Iker Casillas es uno de los personajes más destacados en la historia moderna del fútbol español. Y aunque actualmente disfruta de su retiro, sigue siendo muy querido por los aficionados, quienes además de admirar la seguridad que siempre demostró en la portería, también reconocen sus buenas acciones.
Casillas tuvo que hacer varios sacrificios para llegar a la élite del fútbol, donde tuvo un recorrido lleno de títulos, reconocimientos personales y lucrativas ganancias, las cuales le permitieron acumular una gran fortuna que le aseguró su futuro y el de sus allegados.
En este aspecto, la generosidad de Iker no se limitó únicamente a sus familiares. A mediados del año pasado, tuvo un gran gesto con un humilde trabajador de una taquería en Quintana Roo, México, a quien le dejó una buena e inusual propina que recordará por el resto de sus días.
Se trató del asador Jesús Geovanni, quien le comentó a los medios locales que Iker Casillas entró al comercio, hizo una orden de comida y le pidió una fotografía para publicarla en sus redes. Sin embargo, cuando llegó la hora de pagar, el ex portero del Real Madrid entregó 800 dólares, las zapatillas que llevaba puestas y una bolsa con ropa de playa.
Iker Casillas tuvo unas vacaciones soñadas en el Caribe mexicano
“Los tenis que traía él se los quitó y me los regaló. Me dio una bolsa de ropa que tenía, que era de la playa, porque estaba mojada. Se fue descalzo. De aquí se fue caminando”, comentó el trabajador, quien en un principio no había reconocido al famoso ex futbolista.
A mediados del año pasado, Iker Casillas vivió unas vacaciones soñadas en la Riviera Maya, donde se hospedó en unos de los hoteles más exclusivos y siempre mantuvo una actitud amable con los locales.