Desde su llegada al fútbol español, Ferran Torres dejó en claro que iba a estar concentrado en su adaptación a su nuevo club, donde llegó como refuerzo a principios de este año. Por eso, el deportista prefirió no dar detalles de su romance con Sira Martínez, y solo publicar algunos de los momentos más especiales que vivían mientras se conocía.
Ahora, en el Mundial, el número 11 del Barcelona recibió el apoyo de su pareja, quien decidió no ocultar más los momentos románticos que vivieron juntos. Esta vez, la deportista y Ferran Torres pudieron dar un paseo por las playas de Doha, donde a pesar de las reglas sobre demostrar afecto, se quisieron tomar algunas imágenes para demostrar el amor que hay entre ellos y el buen estado en el que está su relación.
El deportista aprovechó su día libre con la Selección española para asistir a las playas más famosas de la capital de Qatar, donde se tomó una imagen al lado de la modelo y del balón oficial del Mundial. Luego, la hija de Luis Enrique, el entrenador del seleccionado, acudió al estadio para ver a su novio en la cancha en el encuentro contra Alemania.
Además, Ferran Torres también creó una señal para festejar los goles y dedicárselos a su pareja, pues utiliza sus manos para hacer la letra S, la inicial del nombre de Sira. Hasta el momento, ambos han querido ser muy cuidadosos y mantener un poco de privacidad en su relación, por lo que no comparten todos los detalles de sus citas.
La relación de Ferran Torres con su suegro
Debido a que el jugador tiene como suegro a su jefe, los dos no han querido responder ninguna pregunta referente a la dinámica que mantienen fuera de la cancha, pero sí han dejado en claro que tienen una gran relación. También demostraron que en los entrenamientos y en cada partido cada uno sabe cuál es su lugar y el respeto que deben tener por el trabajo del otro.
Por eso, antes de acudir a Qatar, Luis Enrique expresó que se alegrará mucho en caso de que el jugador pueda anotar un gol durante la competición y aclaró que prefería que hiciera el gesto de la S al del chupete, y aseguró en tono de broma que si lo hacía iba a cambiarlo en ese momento.