Cada 11 de julio es un día especial para Andrés Iniesta, ya que cada año pública un mensaje que conmemora un hito futbolístico. En más de una ocasión reveló que es una fecha que jamás se la podría pasar por alto en su calendario, pues fue en el 2010 que anotó el gol más importante de su carrera, el que le dio la victoria de la Copa del Mundo a la Selección de España.
Antes del 11 de julio del 2010, el talento del ídolo del Barcelona aún era puesto en duda por el resto de los amantes del fútbol en el país, pues había quienes no podían quitarse la camiseta, para poder reconocer la habilidad con la que carga Andrés Iniesta. Sobre todo en aquel período que engloba la mejor etapa futbolística del empresario.
Sin embargo, todo iba a cambiar en la historia de Andrés Iniesta, quien tras una abatida, extensa, pero en un emocionante final de Sudáfrica 2010 contra Holanda, "El genio de Fuentealbilla" convirtió el único gol del partido. En el minuto 116 del tiempo extendido, "La Roja" rezaba por poder aguantar los 13 restantes y así llevarse la Copa del Mundo a casa.
Desde ese entonces, ya se transformó en una tradición personal del delantero del Vissel Kobe de Japón, pues siempre se acuerda de hacer mención de aquella anotación que hizo estallar en un interminable grito mezclado con abrazos de ilusión en la tribuna pero, sobre todo, en cada hogar de España. Ya se cumplieron 12 años desde aquel día y el español no se salteó ninguna publicación hasta ahora.
Así recuerda Andrés Iniesta al gol que metió en la final de Sudáfrica 2010
Después de los 90 minutos que no fueron aptos para las personas con problemas cardíacos, el primer tiempo extendido y unos últimos 15 minutos previos a los penales, el jugador de fútbol demostró su gran habilidad mental a la hora de enfrentarse cara a cara con la oportunidad de su vida.
"Se paró todo y solo estábamos el balón y yo, como cuando ves una imagen en cámara lenta. Es difícil escuchar el silencio, pero yo lo escuché y sabía que ese balón iba dentro", narró Andrés Iniesta en una entrevista con "Informe Robinson" al describir el gran nivel de concentración que logró en esa jugada.