Desde que asumió la capitanía del Real Madrid se hizo más que evidente que Karim Benzema no solo era uno de los mejores jugadores del equipo, sino que era la pieza clave en cada estrategia que planteaba Carlo Ancelotti. Esto fue más que evidente durante la última Champions League, pese a que el italiano casi lo dejó afuera del partido contra el Chelsea por no tener su acreditación para entrar al estadio.
Para refrescar un poco la memoria, después de haber eliminado al París Saint-Germain (PSG) en los cuartos de finales, gracias a la remontada que el delantero merengue dio en el Santiago Bernabéu con un hat-trick que le daba el pase al club español, Karim Benzema sostuvo una racha goleadora de no creer. Pero a la hora de hablar de formalidades, no basta con ser uno de los futbolistas más importantes de la actualidad.
Esto fue lo que le pasó a la estrella del Real Madrid durante el partido de ida en las semifinales contra el Chelsea, cuando al llegar al establecimiento no podía encontrar su acreditación como jugador. Sin duda, la situación puso en aprietos a Ancelotti que le pidió a Karim Benzema que fuese a buscarla, sino no iba a poder participar del encuentro que se celebró en Londres.
"Le dije que fuera rápido o no podría jugar. Por suerte, la encontró", relató el técnico en la rueda de prensa post semifinal.
La magia de Karim Benzema y la estrategia de Ancelotti para mantener feliz al Real Madrid
Seguramente, esa noche el director técnico se habría preguntado qué hubiese ocurrido si el francés no encontraba el pase y se quedaba afuera del encuentro. "Ya había hecho calentar al masajista en su lugar", bromeó el italiano después del partido que su delantero estrella conquistó con otros tres goles que ponían en aprietos al equipo británico que solo había marcado uno.
Tal vez en una línea de tiempo alternativa, Karim Benzema no habría llegado a jugar la semifinal de la Champions League y el Real Madrid no habría conseguido su decimocuarta orejona. Pero, para la suerte de la afición blanca que se rinde ante los pies del galo, el futbolista cada día demuestra tener más calidad, incluso, contra el paso del tiempo. Y es que todo podría resumirse en la frase que esbozó Ancelotti esa noche. "Cada día es mejor, como el vino", comparó el mister.