Un 12 de septiembre, pero de 1999, Iker Casillas se calzaba por primera vez la playera del Real Madrid y se preparaba para su debut contra el Atlético de Bilbao en el viejo estadio de San Mamés. Con solo 18 años, el portero de Móstoles se había ganado la confianza de John Benjamin Toshak, el director técnico de aquel entonces, para poder defender la portería de los blancos.
En la actualidad, es un hecho que el exguardameta es un verdadero ícono de la historia del merengue, pero sus comienzos en el equipo no fueron tan gloriosos como lo que vino después. Y es que el primer partido de Iker Casillas en la Primera División fue un poco más complicado, lo que decantó en varias críticas hacía el debutante.
Se podría decir que Iker Casillas no tuvo ni un respiro frente al Bilbao, qué se mostró ampliamente superior al equipo del Real Madrid que había quedado con 10 jugadores tras la expulsión del exfutbolista español Míchel Salgado. El 1 a 0 que ponía al frente a los rivales en el primer tiempo, no ayudaba a calmar los nervios del exportero madridista que esa jornada vestía el número 27 en su espalda.
Finalmente, el encuentro finalizó con un 2-2 que no ayuda a mejorar la situación del joven arquero frente a la prensa española que no tuvo piedad a la hora de criticarlo, por la performance de 90 minutos que enseñó. Aunque esta "decepción" que había causado el deportista no fue un palo en la rueda, ya que terminó por jugar casi todos los partidos de la temporada a raíz de la lesión de César, el portero titular del equipo.
La racha histórica que Iker Casillas imprimió en el Real Madrid
No es solo porque el exportero haya formado parte de la Selección Española que se consagró como campeona en el Mundial de Sudáfrica 2010, sino que los años que el nacido en Navalacruz pasó en el merengue y su eficacia a la hora de tapar los tiros de los contrincantes lo ubicaron como uno de los jugadores más destacados de los últimos años.
Solo basta con observar el historial de partidos jugados por Iker Casillas en el Real Madrid para notar la gran presencia que tuvo, ya que estuvo frente al arco en un total de 725 encuentros. Sin embargo, el rasgo más impresionante son aquellos 264 jornadas en las que la red del merengue fue impenetrable gracias a él.