En las últimas horas se conoció que Iván Zamorano visitó las instalaciones de un club que lo recibió de la mejor manera y hasta le hizo un sentido homenaje por ser uno de los mejores delanteros del continente sudamericano. Se trata de Independiente del Valle, en Ecuador.
Fue en las redes sociales que dieron a conocer la visita del exdelantero emblema del fútbol chileno y el reconocimiento que le fue entregado. Los de Sangolquí le obsequiaron una camiseta con el histórico número 1+8 que usó Iván Zamorano con el Inter, uno de los dorsales más recordados en la historia del fútbol por el ingenio y el marketing que empleó el futbolista.
El propio futbolista fue quien se encargó de contar en varias entrevistas y durante años, la idea detrás de este número para en esa época otorgarle la casaca 9 del Inter a Ronaldo, que llegó bajoneado anímicamente luego de perder la final del mundial de Francia 98. Precisamente, Independiente del Valle eligió recordar aquella anécdota y decidió publicar las imágenes del chileno junto a una del brasileño con el 9 del conjunto negriazul ecuatoriano.
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El día que Iván Zamorano le dejó el número 9 a Ronaldo
“La idea surgió porque llegó el mejor del mundo. Tenía que cederle el número nueve. El director deportivo, Sandro Mazzola, me dijo que cogiera un número que llevase el nueve. Yo le dije que si podía añadir el signo más y me dijo que no. Hablé con el presidente, Massimo Moratti, que preguntó a la Federación italiana. Así que jugué con el 18, es decir, con el 1+8, y no perdí el número nueve”, explicó hace algún tiempo Iván Zamorano.
Además, reconoció que haber jugado con un futbolista de la talla de Ronaldo Nazario fue algo increíble y que él solo lo superaba en una cosa. “No jugué con muchos brasileños, pero jugué con el mejor de ellos, Ronaldo. De todos los jugadores con los que he jugado, él es el más grande. La única cosa que yo hacía mejor que él era marcar goles de cabeza. Él no hacía tantos. En todo lo demás era muy completo. Zurda, diestra, potencia, habilidad, magia. Lo tenía todo. En los entrenamientos era incluso mejor que los fines de semana. Era un fenómeno”, confesó.