Ahora casi nadie critica las capacidades de Claudio Bravo bajo los tres postes del Real Betis. Sin embargo no todo ha sido color de rosas para el emblemático arquero de la Selección chilena que supo conseguir dos títulos de la Copa América de manera consecutiva en 2015 y 2016. En su estadía en el Manchester City recibió insultos y de los más feos, pero la sorpresa fue que de manera increíble logró convertirlos en elogios.
Tanto los medios de comunicación ingleses como los aficionados del futbol britanico eran los encargados de hacerle llegar al arquero chileno de hoy 39 años las críticas más crueles de toda su carrera, que estaban acompañadas de calificativos y burlas, y terminaron haciéndolo sentir como el culpable de todos los problemas defensivos del Manchester City de aquél año 2017. Más tarde, la llegada del brasileño Ederson pareció resolver los problemas que acarreaba Claudio Bravo al proteger el arco citizen.
Aquella pudo haber sido una de las peores temporadas de Bravo y poco importaba algún que otro buen desempeño. Su debut en la Premier League, en el derbi contra el Manchester United, marcó el inicio de lo que sería un año para el olvido. En aquel encuentro, fue un error suyo el que le dejó servido el gol al imperdonable Zlatan Ibrahimovic y se transformó en la mancha de la derrota de su equipo.
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Una de las leyendas del fútbol inglés, Ian Wright, resumió en su momento la percepción que tenía el público general sobre el portero. “Bravo es terrible”, vociferó. En aquel entonces, el chileno debió asumir un rol que nunca había tenido, ser el arquero suplente en su equipo. Pep Guardiola le dio los guantes de manera titular a Ederson y el brasileño fue una de las revelaciones del Manchester City.
Convertir las críticas en elogios, Claudio Bravo y su redención en el fútbol inglés
Claudio Bravo pisó el césped del campo de juego recién cuando el arquero titular debió salir lesionado por una patada que impactó en su rostro al enfrentar al Liverpool, es decir, no jugó ni por el torneo local ni por Champions League. Su participación quedó reducida a atajar en la Copa de la Liga, cuarta competición en importancia para su equipo. Sin embargo, no desaprovechó las oportunidades que le presentó el destino y se volvió clave para el pase a cuartos de final en aquella competición.
Primero tuvo una actuación destacada en la tercera ronda cuando el conjunto triunfó sobre el West Bromwich Albion, que llegó a disparar quince veces a su portería. Luego fue determinante en la definición por penales ante Wolverhampton Wanderers en octavos de final y repitió contra Leicester City, al detener el disparo decisivo de Ryad Mahrez.
“Manchester City mantuvo su invicto en 21 partidos en el fútbol inglés gracias, otra vez, a Claudio Bravo”, escribió Eyewitness News en Sudáfrica. “Bravo evidencia que es, posiblemente, el mejor parapenaltis del mundo”, afirmó "Marca" en España. “Bravo, el héroe en dramático final”, destacó el "Guardian". Así, dejó entrever que había logrado cambiar en cierta forma la opinión de un público que tantas ofensas le había propinado.