A pesar de que Ángel Romero es uno de los futbolistas más destacados en el actual equipo del Cruz Azul, lo cierto es que el paraguayo cuenta con un pasado oscuro que lo vincula directamente hacia su paso por el club argentino San Lorenzo, en donde no quedó con una de las mejores imágenes en el Bajo Flores.
Luego de que arribaran al “Cuervo” en agosto de 2019, el primer escándalo que protagonizó el futbolista ocurrió en febrero de 2020, cuando protestó contra el director técnico Diego Monarriz, tras anunciar que su hermano mellizo, Oscar Romero, no iba a estar ni en la lista de titulares, ni en el banco de suplentes.
Tan solo seis meses más tarde, Ángel Romero volvió a ser el blanco de la dirigencia al verse afectado por regresar a Argentina, después de haber pasado varios meses en Paraguay a causa de las cuarentenas restrictivas que se encontraban impuestas en los países latinoamericanos a causa de la cuarentena por Covid-19.
Pero, no solo se trataba de un impedimento protocolar para que el equipo de Romero regresara al territorio argentino, sino que los jugadores de fútbol comenzaron a negarse a volver por no poder viajar junto a sus respectivas parejas y por cuestiones económicas.
El día que Ángel Romero fracturó a su compañero de San Lorenzo
No hay dudas de que la polémica que marcó para siempre al guaraní sucedió en septiembre de 2020, cuando en un entrenamiento terminó por fracturarle el peroné izquierdo a su compañero de equipo Andrés Herrera, lo que provocó el descontento en entre la dirigencia.
“En ningún momento tuve la intención de lastimar a mi compañero”, manifestó Ángel Romero a través de un comunicado que publicó como forma de disculparse por, indirectamente, romper con el interés de compra que Herrera había recibido del Palmeiras.