Sábado 13 de Enero 2024
IVÁN ZAMORANO

Selección Chilena: el difícil partido que Iván Zamorano y Marcelo Salas le ganaron a Túnez

En el único encuentro entre Chile y Túnez, Iván Zamorano y Marcelo Salas anotaron un gol cada uno.

Marcelo Salas e Iván Zamorano. Fuente: (Minuto en Cancha)Créditos: Minuto en Cancha
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Después de una dolorosa derrota de la Selección Chilena contra Corea del Sur, este viernes el equipo nacional se enfrentará -por segunda vez en la historia- contra Túnez. Hasta el momento, el plantel latinoamericano lleva la ventaja global gracias a la victoria que consiguieron Iván Zamorano y Marcelo Salas años atrás.

Hace más de veinte años, "Bam Bam" y "El Matador" se enfrentaron al seleccionado en el Stade Alexandre Tropenas de Montélimar, en Francia, previo al mundial que se celebró en el país europeo en 1998. En esa jornada, los chilenos anotaron un gol cada uno.

El resultado final del partido entre Chile y Túnez fue de 3 a 2, pero el marcador estuvo muy disputado entre ambos equipos, que soñaban con quedarse con la gloria. Pese a que el primer gol fue convertido por el tunecino Hatem Trabelsi, la anotación de Marcelo Salas en el minuto 60 equilibró la cancha.

Sin embargo, la estabilidad no les duraría mucho a los chilenos debido a que, siete minutos más tarde, Adel Semilli marcó el segundo gol de penal a favor de Túnez. Recién en el minuto 84 del segundo tiempo, Iván Zamorano le dio el pase del empate a José Luis Sierra.

Marcelo Salas e Iván Zamorano causaron furor entre los fans en el Mundial Francia 1998. Fuente: (T13)

El gol de Iván Zamorano y la asistencia de Marcelo Salas que le dieron la victoria a Chile

No por nada los exfutbolistas son recordados como leyendas en la historia del fútbol chileno, pues no solo hicieron magia por separado, sino que deleitaron a millones con la famosa dupla "Sa-Za" que supieron formar.

Los aficionados de la Selección Chilena gritaron con mayor entusiasmo el tercer gol, anotado por Iván Zamorano en el minuto 87. Tal vez fue la habilitación que le dio Salas o el hecho de que faltaban tres minutos para cumplir el tiempo reglamentario, pero aquel partido amistoso se vivió como si fuera una auténtica final de copa.