Lionel Messi se convirtió en uno de los futbolistas más importantes en la historia de la Selección Argentina gracias a todos sus logros que consiguió al defender los colores de su país. Sin embargo, su inicio con dicha camiseta no fue muy sencillo, ya que fue expulsado en su debut, el cual fue un amistoso contra Hungría en 2005.
En aquel momento, el árbitro Markus Merk vio como Lionel Messi conectó un manotazo en la cara de Vilmos Vanczak mientras disputaban el balón, por lo que decidió sacar la tarjeta roja a los pocos minutos de haber entrado desde el banquillo. Diecisiete años después, el árbitro alemán concedió una entrevista con "La Nación" y se mostró arrepentido de haber expulsado a la "Pulga" en su primer partido en la Selección Argentina.
"Mirando hacia atrás, lo habría dejado en tarjeta amarilla. Desde otra perspectiva la jugada de Lionel Messi fue menos intensa que desde mi punto de vista en ese momento", explicó Markus Merk, quien fue árbitro del fútbol desde 1998 hasta 2008, teniendo experiencia en la Bundeliga y partidos internacionales como torneos de la UEFA, Juegos Olímpicos y Mundiales de la FIFA.
Además de explicar que no considera de expulsión la infracción de Lionel Messi, Markus Merk trajo dicho escenario y lo comparó con la actualidad del fútbol. El árbitro alemán sostuvo que si el VAR intervenía en la jugada el resultado iba a ser otro.
"Cuando se introdujo el VAR, les propuse a mis colegas discutir aquella jugada como ejemplo. La mayoría dijo que no habría pedido de revisión, pero si lo hubiera hecho habría cambiado de opinión", agregó Markus Merk durante su entrevista.
La reacción de Messi
La expulsión de Lionel Messi en su debut en Argentina es un suceso que siempre se vuelve a aparecer como recuerdo entre los aficionados. El propio delantero de Paris Saint-Germain recordó la situación durante una entrevista con “TyC Sports” en 2019, donde pudo ver la jugada con claridad.
"No duré nada, creo que toqué solo dos pelotas. Hoy eso es amarillo, ahora cualquier golpe sin intensión es amarillo, pero ahí ni llegué a tocarlo. Tenía 18 años y pensé que no me iban a llamar más, se te cruzan un montón de cosas por la cabeza. Ese día fue terrible", recordó el astro argentino.