A pesar de que ya ha transcurrido más de una década, es sabido que una de las primeras desilusiones que tuvo que afrontar Lionel Messi en su carrera fue la eliminación en cuartos de final de la Selección Argentina en el Mundial de Alemania 2006. En ese contexto, uno de los secretos que guardaba el crack era un viaje que hizo a Bariloche para renovar las energías antes de volver a Barcelona.
Por aquel entonces, "La Pulga" apenas comenzaba a ser reconocido en el mundo como una de las grandes promesas del fútbol internacional. Para Europa, Lionel Messi era la nueva joya salida de La Masía, mientras que en su país era un joven de 18 años que gambeteaba y corría por toda la cancha como si de un espectáculo de ballet se tratase. Esto, sin duda, fue un factor que lo ayudó a pasar desapercibido en las vacaciones que compartió con su hermano, Matías Messi, y su primo, el también futbolista Emanuel Biancucchi.
Durante aquel crudo invierno, el llamado a ser el diez de la Selección Argentina podía pasearse por las montañas repletas de nieve sin que casi nadie lo reconociera. Tal era el anonimato que Lionel Messi terminó por sacrificar que hasta le habían prohibido la entrada a una de las discotecas más famosas del lugar. Esa noche, Carca, el guitarrista de la banda de rock argentino "Babasónicos", lo ayudó a entrar a la fiesta.
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Las aventuras de Lionel Messi en las montañas nevadas de Bariloche
Por la gran mayoría del público, la ciudad rionegrina es conocida por los cerros y sus aventuras en la nieve, lo que suele atraer tanto a los turistas locales como a los extranjeros. No obstante, en esa oportunidad, el jugador se vio un tanto limitado al no poder esquiar para no comprometer su físico y continuidad en el plantel culé.
Por este motivo, Lionel Messi solo disfrutaba de los paseos en cuatriciclos con sus familiares, además de las típicas caminatas con las raquetas en los pies para seguir los típicos senderos de color blanco. Sin duda, son las postales más preciadas del pasado del astro del fútbol.