En un partido cambiante y lleno de emociones, que terminaron con tintes negativos para los locales, el Betis de Manuel Pellegrini perdió 4 a 3 ante el Celta de Vigo, sumó su segunda derrota consecutiva, y cedió terreno en su lucha por la clasificación a competencias europeas.
Apenas seis minutos aguantaron los del Ingeniero sin recibir un gol, y aunque reaccionaron de forma inmediata e incluso dieron vuelta el resultado sobre el ecuador de la primera parte, el equipo no corrigió sus falencias y encajó en total cuatro goles. Por tal motivo, Manuel Pellegrini fue criticado por los medios, a raíz de la floja tarea de su equipo.
Como era de esperarse, el foco de los cuestionamientos estuvieron puestos en la última línea. “Volvió la fragilidad defensiva a un equipo que se desinfla en su lucha por clasificar a la Champions”, publicó “Estadio Deportivo”, que señaló también que el estilo del golpe por golpe, que supo darle resultados al técnico chileno, esta vez no hizo más que evidenciar las fallas en el fondo.
Por su parte, el portal “El Desmarque”, apuntó a un factor que va más allá de lo estrictamente futbolístico. “Falta energía, frescura, y autoridad a raudales”, puede leerse en su análisis, en el que también le sugieren a Manuel Pellegrini, realizar cambios que generen impacto y ayuden a despertar al plantel.
Cayó en la irregularidad
Tras haber comenzado el año con dos victorias consecutivas, ante el modesto Ibiza-Islas Pitiusas por Copa del Rey, y de visitante ante el Rayo Vallecano por La Liga, el Betis parecía decidido a desandar el camino de la victoria. Sin embargo, en el momento menos oportuno, los Verdiblancos recibieron tres golpes duros, que fueron las eliminaciones por penales en la Supercopa y en la Copa del Rey, ante Barcelona y Osasuna respectivamente, y la derrota liguera ante el Espanyol.
El buen colchón de puntos que acumula en La Liga, hizo que la victoria ante Getafe, como visitante y sobre el final del partido, lo acomode nuevamente en la tabla. Esta última derrota ante Celta, representa más que tres puntos desperdiciados, sino que también llena de interrogantes a Manuel Pellegrini, que aunque confía en sus dirigidos, sabe que entrar en el terreno de la irregularidad puede costarle caro en sus aspiraciones de obtener un boleto a la máxima competencia del continente europeo.