Dani Alves ingresó a prisión el 20 de enero de este año, luego de ser acusado de presuntamente abusar de una mujer durante una fiesta de Fin de Año. Desde entonces, la jueza a cargo de su caso aprobó un pedido de la fiscalía de privarlo de su libertad de manera preventiva, por el riesgo que había de que escapara.
Semanas después, la prensa local confirmó que el exjugador de Puma iba a esperar su juicio en la cárcel Brians 2, donde convive con aproximadamente 80 reclusos. Para ganarse la confianza de los otros detenidos, Dani Alves decidió usar su fama como futbolista, debido a eso en los momentos de recreción aprovecha para firmar autógrafos a sus compañeros.
Además, se informó que Dani Alves obtuvo el permiso para construir su propia liga en el reclusorio, y tuvo la oportunidad de dictar algunas clases referentes al fútbol en el lugar, con la meta de que pueda promover el deporte en la población penitenciaria. Esta medida también se aplicó para que el deportista pudiera convivir con el resto de reclusos, pues hasta hace unas semanas estaba aislado y custodiado.
La esposa de Dani Alves le pide el divorcio
Después de visitarlo en Brians 2, Joana Sanz utilizó sus redes sociales para anunciar su divorcio del futbolista, pues reconoció que no solo se sentía herida por lo ocurrido, sino también traicionada. Cabe recordar que Dani Alves cambió varias veces su testimonio sobre lo ocurrido para no admitir una infidelidad.
“Tengo el apoyo de mi familia y amigos. Hay que seguir, no es opcional”, comentó la modelo en su mensaje. Anteriormente, la empresaria había pedido respeto a su privacidad mientras procesaba la noticia y, además, lidiaba con el fallecimiento de su madre semanas antes de lo ocurrido con el jugador.