Hoy en día, es casi inimaginable pensar en una formación del Tri que no incluya a Memo Ochoa. Pues el capitán logró ganarse el lugar en el equipo hace tiempo, aunque esto lo llevó a arrebatarle el puesto de forma inesperada al exarquero nacional Jesús Corona.
La trayectoria de Memo Ochoa en la Selección mexicana lleva una larga data, pero lo cierto es que no fue hasta el 2010, es decir, más de diez años después, que el portero tapatío logró quedarse con la titularidad en el tricolor. A pesar de que Paco Memo no era la opción que deseaba el anterior director técnico Miguel Herrera, le dieron la oportunidad de probarse contra Nigeria en un partido amistoso.
“Yo no era del gusto del Piojo”, reveló Memo Ochoa al contar que, cuando se clasificaron para el Mundial de Brasil 2014, Herrera y Héctor González lo habían citado para cenar. Fue en esa conversación que le adelantaron al ídolo del América que lo iban a probar, para evaluar su funcionamiento con el equipo.
La lesión de Jesús Corona que le abrió las puertas a Memo Ochoa
El amistoso contra Nigeria demostró que el actual portero del Salernitana se encontraba a la altura de las circunstancias. Aunque no parecía haber sido lo suficiente para el DT mexicano que afirmaba que su portero era Corona. Pero todo iba a cambiar antes de embarcarse a la aventura mundialista.
Resulta que uno de los últimos partidos previos al mundial que tenía en agenda el Tri era en el Estadio Azteca de la Ciudad de México (CDMX) contra Israel. Esa noche el “Chuy” Corona volvió a ostentar su puesto como titular, pero un choque contra un rival lo sacó lesionado de la cancha.
Esto le dio la oportunidad a Memo Ochoa de ser el titular hasta que su compañero se recuperó para el amistoso contra Portugal, en el cual jugaron medio tiempo cada uno. Sin embargo, antes del debut en la Copa del Mundo contra Camerún, el entrenador les comunicó que sería Ochoa el que comenzaría a ser titular del equipo.