Universidad de Chile estuvo en medio de un escándalo la semana pasada, cuando se preparaban para jugar el Clásico Universitario contra Universidad Católica. Es que antes de iniciar la segunda mitad, los jugadores se tuvieron que retirar a los vestuarios por los disturbios que se presentaron en las gradas.
Minutos después Azul Azul confirmaba la suspensión del partido por los fuegos artificiales y luces de bengala que lanzaron hacia la cancha. Días después algunos de los aficionados que asistieron al encuentro acudieron al Sernac, el organismo encargado de la defensa del consumidor, para exigir un reembolso de sus entradas a la Universidad de Chile.
Debido a la cantidad de personas que hicieron el reclamo, el Senarc emitió un comunicado en el que informaron de la apertura de una investigación hacia la Universidad de Chile, equipo que juagaba de local en el estadio Ester Roa Rebolledo. Más adelante, el director de la institución explicó que se iba a encargar de que el club devolviera todo el dinero a los afectados, y para ello tendrán un plazo de 10 días.
El presidente de Chile se pronuncia sobre la Universidad de Chile
Una vez se dio a conocer la gravedad de la situación y la poca seguridad que tenía el lugar Gabriel Boric, el presidente de Chile, explicó que no iban a dejar pasar el incidente. A través de su cuenta de Twitter explicó: “No vamos a dejar que un grupo pequeño de delincuentes se tome los estadios a costa de la gran mayoría que acude a ver un espectáculo en paz y alegría”.
Luego, el mandatario comentó que su gobierno iba a iniciar una investigación para identificar a quienes lanzaron los fuegos artificiales, y aclaró que aplicará todo el peso de la ley para castigarlos. Además, expresó su deseo de que los involucrados no puedan volver a entrar nunca más a la cancha.