La vida de Carlos Alcaraz ha cambiado sorprendentemente en muy poco tiempo. Y es que a sus 19 años se ha convertido en campeón del US Open en Nueva York y ha alcanzado llegar al puesto número uno del ranking mundial de tenis de la ATP. Ahora, se ha revelado el exótico rubro al que ha inspirado el tenista y donde se crean constantemente nuevas combinaciones pensando en él.
El flamante ganador del US Open, su primer Grand Slam, no para de recibir homenajes y reconocimientos. Sin embargo, ahora fue la inspiración del pastelero de nombre Andrés Mármol Tovar, también oriundo de El Palmar al igual que Carlos Alcaraz, para crear un postre que representa uno de los lugares favoritos del murciano: una pista de tenis. La idea, según él mismo, surgió al comenzar a trabajar en una pelota de dicho deporte y enseguida fue el joven quien se apareció en su cabeza, incluso antes de que tenga tanta repercusión a nivel internacional.
En qué consiste el dulce inspirado en Carlos Alcaraz
El postre es, básicamente, una mousse de chocolate blanco con forma de pelota de tenis, que en el núcleo lleva un cremoso de chocolate con leche, donde se encuentra la infusión de cítricos y un poco de bizcocho de mantequilla tostada. Todo ello se encuentra asentado sobre una base crujiente de caramelo, naranja confitada y praliné de avellanas, que simula a la tierra batida. Por último, el postre lo finaliza una raqueta de chocolate del 70% en cuyo mango se encuentra escrito Carlitos, el apodo más conocido del joven que es entrenado por el español Juan Carlos Ferrero.
El dulce se puede degustar en la pastelería La Gloria de Andrés Mármol, ubicada en la avenida Pintor Pedro Cano de El Palmar, localidad natal de Carlos Alcaraz, y que fue inaugurada hace dos años en dicha ciudad. Sin embargo, el negocio cuenta con más de 25 años de trayectoria profesional.
“Al ser un fenómeno mundial ahora mismo a diario nos preguntan por él. Su forma tan característica hace que sea mucho más atractiva para los consumidores”, explicó el dueño del local gastronómico. Pese a que Alcaraz aún no pudo degustar el dulce, sus padres ya lo han hecho.