Red Bull criticó los abusos en línea y las amenazas de muerte que recibieron Max Verstappen y Checo Pérez después del Gran Premio de Brasil el fin de semana pasado, a través de una declaración enérgica. Las etapas finales de la carrera en Sao Paulo generaron mucha controversia, cuando Verstappen se negó a cumplir la orden del equipo de dejar pasar a Pérez, para impulsar las esperanzas del piloto mexicano de vencer a Charles Leclerc en la pelea por el segundo lugar en la clasificación del Campeonato de Pilotos de este año.
El incidente generó una gran ola de reacciones en las redes sociales y algunos usuarios insultaron a ambos pilotos después de que expresaran su frustración a través de la radio del equipo mientras regresaban al pit lane. Red Bull emitió un extenso comunicado el jueves para condenar las innecesarias amenazas que recibió la dupla de los Toros Rojos y sus familias en los últimos días. "Los eventos que siguieron desde el punto de vista de las redes sociales son completamente inaceptables", comienza el comunicado.
"El comportamiento abusivo en línea hacia Max, Checo, el equipo y sus respectivas familias es impactante y triste y, lamentablemente, es algo que nosotros, como deporte, tenemos que abordar con una regularidad deprimente. No hay lugar para eso en las carreras ni en la sociedad en general", prosigue.
Finalmente, desde la escudería austríaca continuaron reflexionando sobre los haters en las redes, un tema que se abordó extendidamente este año al interior de la F1: "Al final del día, esto es un deporte, estamos aquí para competir. Las amenazas de muerte, los correos electrónicos de odio, el insulto hacia los miembros de la familia extendida es deplorable. Valoramos la inclusión y queremos un espacio seguro para que todos puedan trabajar y disfrutar de nuestro deporte. El abuso tiene que parar".
Red Bull en el ojo del huracán tras el GP de Brasil
Red Bull también admitió que se cometieron errores en el manejo de las últimas vueltas en Brasil, y solo se le pidió a Verstappen que dejara pasar a Pérez cuando se acercaba a la curva final en la última vuelta de la carrera. La declaración continuó explicando que la situación se resolvió a puertas adentro, después de que ambos pilotos expresaron sus puntos de vista y dejaron el asunto zanjado de cara al último Gran Premio del año, en Abu Dhabi. "Como equipo cometimos algunos errores en Brasil. El equipo acepta el razonamiento de Max, la conversación fue un asunto personal que permanecerá privado entre el equipo y no se harán más comentarios".
Queda por ver si surgirán más tensiones en Abu Dhabi este fin de semana, ya que Checo Pérez busca reclamar un segundo puesto en la clasificación del Campeonato de Pilotos, un logro que marcaría el mejor resultado de final de temporada de su carrera en la F1. Actualmente, el piloto de 32 años tiene el mismo número de puntos que Leclerc antes de la última competencia de la campaña, lo que significa que simplemente necesita terminar por delante de su rival de Ferrari cuando atraviese la bandera a cuadros.
"No habíamos previsto la situación que se desarrolló en la última vuelta y no habíamos acordado una estrategia para tal escenario antes de la carrera. Lamentablemente, Max solo fue informado en la curva final de la solicitud de ceder posición sin toda la información necesaria. Esto puso a Max, que siempre ha sido un jugador de equipo abierto y justo, en una situación comprometida con poco tiempo para reaccionar, lo cual no era nuestra intención. Después de la carrera, Max habló abierta y honestamente, lo que permitió que ambos pilotos resolvieran cualquier problema pendiente o preocupaciones", finalizaron desde el equipo. ¿Habrá paz?