Carlos Alcaraz tuvo uno de los mejores años de su carrera durante este 2022, pues fue la primera vez que alcanzó el lugar más alto en la lista de la ATP y se consolidó como el tenista más destacado de la nueva generación. Por eso, el jugador pudo disfrutar de varios homenajes y momentos especiales al lado de sus fans y de su familia.
Es que el ganador del US Open fue recibido por todo lo alto en su pueblo natal en España, donde también hicieron murales con su imagen y pudo agradecer personalmente a sus seguidores por el apoyo. Ahora, Carlos Alcaraz quiso dar un paso más allá y agradecer a una persona muy especial en su vida, su abuelo, quien se convirtió en uno de sus principales apoyos en los momentos más difíciles de su carrera.
Esta vez, el jugador confesó que eligió hacerse un tatuaje en el que pudiera combinar su amor por su abuelo y que fuera una expresión de su filosofía de vida. El diseño se trató de una “C” que además de hacer referencia a su nombre y el de su abuelo, también significaba “Corazón y cabeza”, que es parte de la mentalidad que utiliza en cada uno de sus partidos. La letra está ubicada en la zona de la muñeca de su mano izquierda.
El tatuaje fue realizado por el reconocido artista murciano conocido como Ganga, y que tiene entre sus clientes a importantes figuras deportivas como Lebron James, Canelo Álvarez y el cantante Nicky Jam. Más adelante, Carlos Alcaraz confirmó que la idea de plasmarse esta letra era algo que estaba en sus planes desde hace mucho tiempo.
Las vacaciones de Carlos Alcaraz
Después de coronarse como el campeón del US Open y representar a su país en los torneos continentales, el jugador decidió tener un descanso con su familia y, ahora que se acerca el comienzo de la temporada 2023, el tenista viajó a Australia para comenzar sus entrenamientos y prepararse para gira oceánica.
Mientras que en la época de Navidad, Alcaraz quiso destacar por su lado más altruista al participar en subastas con elementos de su vestuario deportivo, como sus zapatillas, para recaudar dinero para los más desfavorecidos. Los zapatos que utilizó en la final del Abierto de Estados Unidos se vendieron por un precio de 4 mil 400 euros y fueron compradas por un coleccionista en Nueva York.