El gran comienzo de año que había tenido Rafael Nadal, poco a poco, se ha torcido. Primero sufrió la primera derrota de la temporada en la final de Indian Wells frente al estadounidense Taylor Fritz y, luego, se confirmó que el español padece una lesión en una de sus costillas.
Rafael Nadal sufrió una lesión en el maratónico partido contra Carlos Alcaraz en las semifinales del torneo de Indian Wells, que según los estudios médicos, le significó al tenista mallorquín una "pequeña fisura" en una costilla, lo cual le provocaba el fuerte dolor en el pecho como él mismo había declarado.
El flamante diagnóstico desmintió falsas informaciones acerca de que los dolores de Rafael Nadal podrían deberse a efectos secundarios de la vacuna contra el Coronavirus (COVID-19). Según los resultados médicos, el inconveniente que es "muy frecuente" entre los tenistas los remeros o los levantadores de pesas consiste en "pequeñas grietas" en el hueso.
Por último, según Luis Ramos Pascua, médico especialista en ortopedia y traumatología, la lesión se debe a "la repetición de traumatismos o esfuerzos" sobre un hueso "que termina rompiéndose por fatiga". Por esto, Rafael Nadal deberá esperar de cuatro a seis semanas para volver a jugar.
Nadal y su dolor
El español, después de haber finalizado su participación en Indian Wells, había afirmado sobre su dolor: “Todo lo que puedo decir es que tuve problemas para respirar. Cuando intento respirar, es doloroso y muy incómodo. No sé si es algo en las costillas, no lo sé aún”.
En la misma sintonía, el número tres del mundo había agregado: “Cuando respiro y cuando me muevo, es como si tuviera una aguja dentro todo el tiempo. Me hace sentirme un poco mareado porque es doloroso. Es un tipo de dolor que me limita mucho. No es solo dolor; no me siento muy bien porque afecta a mi respiración”.