Carlos Moyá era uno de los tenistas más destacados en el 2003, año en el que un joven Rafael Nadal empezaba a llamar la atención de los admiradores del deporte por sus cualidades con la raqueta.
Por eso, muchos esperaban un encuentro entre los tenistas españoles, algo que ocurrió en Hamburgo, cuando el mallorquín venció a su experimentado colega por 7-5 y 6-4, y marcó uno de los triunfos más importantes de su carrera.
"No fue mi mejor partido, sinceramente. Él tampoco jugó tan bien, los dos estábamos un poco nerviosos por la situación", comentó Moyá sobre aquel encuentro con Rafael Nadal, en el que comenzaron a formar una amistad.
"Sabía lo que podía pasar cuando jugaba contra mí, me respetaba, y cuando me ganó estaba muy tímido, nervioso me dijo ‘lo siento, he ganando’ y yo le dije ‘no te preocupes’", explicó el español que en aquel año había ganado el Abierto de Francia.
Más adelante, Moyá señaló que ese día marcó un antes y un después en su relación, debido a que antes de entrar en la cancha eran solo entrenador y alumno, pero después de salir del lugar sabían que ya podían ser rivales deportivos.
Los encuentros entre Carlos Moyá y Rafael Nadal
"En ese momento yo era considerado el favorito, estaba entre los cinco mejores del mundo y él, bueno, no recuerdo muy bien, debía ser el 50, 60, 70 o algo así", por lo que ese triunfo confirmó que Nadal podría llegar muy lejos en el campo profesional.
Por eso, el tenista aclara que desde entonces entendió que el futuro del mallorquín sería prometedor y que podía cumplir con todos los sueños y promesas que hizo al inicio de su carrera, a principios de los 2000.
Desde ese primer encuentro, los tenistas coincidieron más de 6 veces en la cancha, partidos en los cuales Moyá solo pudo ganar dos, por lo que admitió que Nadal se convirtió en uno de sus rivales más importantes.