El final del Gran Premio de España levantó la humareda en el equipo Red Bull. Checo Pérez lideraba en el trazado de Montmeló, cuando su ingeniero de pista le pidió por radio que deje pasar a su compañero, Max Verstappen. El mexicano expresó su molestia, mientras que desde la escudería austriaca más tarde argumentaron que se trató meramente de una cuestión de estrategia.
De cara al Gran Premio de Mónaco, lo que esperan los aficionados y posiblemente Checo Pérez, es tener la oportunidad de volver a disputar por los primeros lugares en el circuito enclavado en el corazón de la ciudad francesa, así como también contar con el apoyo y la libertad por parte de Red Bull.
Sin embargo, el Circuito de Montecarlo le recuerda al nacido en Guadalajara uno de sus momentos más dramáticos en la Fórmula 1. En mayo de 2011, en la vuelta 10 de la prueba de clasificación, Checo Pérez había salido del túnel de la pista y un desnivel en el asfalto generó que perdiera el control de su monoplaza. A pesar de sus intentos de recuperarlo, su coche impactó contra un muro de contención.
Pero eso no fue todo. Su Sauber C30 de aquel entonces continuó su trayectoria sin la llanta delantera y lo único que consiguió frenar su intempestiva marcha fue el amortiguador colocado para señalar la bifurcación de la pista. Lo que siguió fue conmoción e incertidumbre entre los pilotos, dado que el mismo desnivel había ocasionado problemas para Nico Rosberg. La magnitud del accidente de Pérez trajo a la memoria de todos el que padeció Karl Wendlinger en 1994, que lo mantuvo en coma unas semanas.
Afortunadamente, el mexicano no padeció lesiones, aunque permaneció durante una noche en el Hospital Princesa García para monitorear su evolución y aquello le impidió disputar el Gran Premio de Mónaco ese año.
La palabra de Checo Pérez de cara al GP de Mónaco
A pesar del mal recuerdo, Checo Pérez se mantiene positivo esta temporada. "Me encanta la pista, es simplemente genial. No puedes cometer un error en Mónaco porque si lo haces normalmente es muy costoso. Tuve un gran accidente en mi primer intento en la Q3 de Mónaco, cuando perdí el coche al salir del túnel. Fue probablemente mi peor momento en la Fórmula 1, pero aún así me encanta ese lugar y conducir en esa pista", reconoció el hombre de Red Bull.
"Mónaco es uno de los fines de semana más especiales de la temporada, especialmente en la Q3 del sábado. La clasificación puede llegar a ser muy intensa allí porque sabes que el 99% de tu resultado está hecho el sábado", finalizó.