Sergio Checo Pérez acaba de vivir uno de los días más emotivos de su carrera, pues, a pesar de su accidentada experiencia en las prácticas de Mónaco y de todos los rumores que circularon con respecto al trato que recibe en su escudería, pudo alzarse con uno de los premios más prestigiosos de la temporada.
El GP de Mónaco fue una carrera muy dura para Pérez, quien logró mantener a raya las arremetidas del piloto español Carlos Sainz Jr. y a sus intentos por aprovecharse del mal estado de sus neumáticos para arrebatarle la primera posición. Sin embargo, el mexicano nunca bajó la guardia.
El momento de la celebración fue muy emotivo para Checo Pérez, quien le dio su última vuelta al circuito mientras ondeaba una bandera de México, imagen que despertó muchas sensaciones entre sus compatriotas, orgullosos de su gran campaña en la Fórmula 1.
El momento de la premiación también fue muy memorable para Pérez. El piloto no pudo evitar romper en llanto cuando escuchó las notas del himno mexicano, pues el GP de Mónaco era una de sus ambiciones más grandes.
Checo Pérez demostró que está para grandes cosas
“Es un sueño hecho realidad. Como piloto, desde que empiezas sueñas ganar aquí, después de la carrera de casa, esta es la que uno desea ganar”, fueron las primeras palabras de Pérez luego de su victoria.
El triunfo de Checo Pérez le da el ánimo necesario para seguir adelante con sus objetivos de esta temporada y cerrar varias bocas en el camino. El segundo lugar fue ocupado por Carlos Sainz Jr. de Ferrari, mientras que Max Verstappen, su compañero de escudería, se tuvo que conformar con el tercer lugar.