Fernando Alonso parece estar cada vez más cómodo delante del volante de Alpine, ya que la escudería logró mejorar el aspecto de fiabilidad, y ahora se encarga solo de mejorar el rendimiento de su coche en los circuitos. El Gran Premio de Azerbaiyán fue un claro ejemplo de esto, ya que logró acabar en la séptima posición luego de salir en el décimo lugar de la parrilla.
El piloto asturiano se mostró feliz por el avance de su monoplaza y alegó que sus rivales no podían adelantarlo a pesar de que usaban el DRS en las rectas. Sin embargo, las mejoras de Alpine no fueron perfectas, ya que Fernando Alonso sufrió un gran declive en su velocidad en los sectores más lentos de la pista.
Alpine tomó la decisión de priorizar la velocidad punta del monoplaza de Alpine en vez de la velocidad de paso por curva, algo que quedó demostrado en el trazado callejero de Bakú. Fernando Alonso fue el más lento de la parrilla en el primer sector del Gran Premio de Azerbaiyán, caracterizado por sus curvas en noventa grados, pero marcó el récord de velocidad en el tercer sector, el cual tiene la recta más larga de la pista.
Esto podría ser una gran ventaja para Fernando Alonso y Alpine en las siguientes carreras de la Fórmula 1, ya que tanto Canadá, como Silverstone y Francia resaltan por sus largas y veloces rectas. El bicampeón del mundo tendrá que volver a hacer uso de los beneficios de su monoplaza, mientras espera que los mecánicos del equipo francés encuentren la manera de solucionar el equilibrio de su velocidad y decidan si es mejor continuar como los mejores en rectas o equilibrar el monoplaza para ser constantes en todo el circuito.
La emoción de Alonso
En el Gran Premio de Azerbaiyán, Fernando Alonso logró sumar seis puntos para el Campeonato de Pilotos al quedar en la séptima posición. Esto es muy importante para el asturiano y para Alpine, ya que necesitan consistencia para poder pelear el Campeonato de Constructores luego de los varios abandonos que sufrieron en el inicio de la temporada, por lo que “Nano” no pudo contener su emoción.
“¡Nadie logró adelantarme! Abrían el DRS y yo seguía escapándome. Hemos hecho lo que creíamos que convenía mejor a nuestro coche. Éramos muy rápidos en recta, pero sufríamos en las secciones más lentas. Quizás es una elección un tanto extrema”, explicó el bicampeón de la Fórmula 1 tras la carrera de Bakú.