La temporada de Ferrari, y la de Carlos Sainz en particular, se ha torcido debido a la poca fiabilidad que tiene el monoplaza de la escudería italiana, que tenía toda la ilusión de volver a festejar la victoria luego de más de 15 años.
Sin embargo, el golpe que ha recibido la marca en el Gran Premio de Azerbaiyán, donde tanto Charles Leclerc como el piloto español Carlos Sainz tuvieron que abandonar por diferentes problemas en sus monoplazas, parece haber puesto en jaque esas aspiraciones.
Para colmo de males, Ferrari tuvo que moverse desde el país asiático hasta Canadá, lo que fue un verdadero reto logístico dada la distancia geográfica entre estos lugares y todos los problemas que arrastra la escudería en sus autos.
Por parte del monoplaza de Carlos Sainz, ya se han examinado los componentes hidráulicos del coche. Además, Ferrari destacó: "Ya existe una solución a corto plazo para Canadá. Mientras, se continúa trabajando para encontrar soluciones a medio y largo plazo".
Sainz y el corto plazo
De esta manera, el piloto madrileño podrá disputar el fin de semana sin aparentes problemas, aunque, la mala noticia es que Charles Leclerc todavía no sabe con certeza cuál es el daño que ha recibido su unidad y si se tendrán que hacer arreglos de una mayor envergadura.
Luego de la competencia, Mattia Binotto sostuvo: "Hemos hecho un gran trabajo para llegar hasta aquí y seguiremos trabajando duro, seremos aún más fuertes en el futuro. A veces necesitas paciencia, el comienzo de la temporada fue positivo, actualmente es un poco más difícil, pero puede volver a cambiar".