Finalizado el Gran Premio de Azerbaiyán, Red Bull Racing sintió que el campeonato mundial no se le puede escapar de ninguna manera, debido a la poca fiabilidad que tienen los monoplazas de Ferrari y el gran ritmo que tienen los autos de Max Verstappen y Checo Pérez.
Sin embargo, y a pesar del 1-2 de Max Verstappen y Checo Pérez, se generó una polémica en torno a la marca austríaca debido a que el neerlandés habría desobedecido a su ingeniero de carrera respecto a mantener el ritmo cuando ya se encontraba en la punta de la competencia.
En la conversación por radio que tuvo Max Verstappen con Gianpiero Lambiasse, se puede escuchar cómo, varias veces, este último le pidió un tiempo menor al que marcaba luego de su sobrepaso al piloto mexicano, y este habría sido el motivo por el cual Checo Pérez quedó tan atrás en el último tramo de la carrera.
Según reveló el medio mexicano “Prime F1”, se pudo apreciar la manera en que el vigente campeón de la categoría no acató las indicaciones de Red Bull Racing durante la competencia, las cuales tenían como objetivo cuidar los neumáticos y el motor del auto.
Max y las órdenes
Se reveló que, en 24 de 30 vueltas, Max Verstappen no siguió las órdenes de su ingeniero, quien le marcaba que redujera el tiempo por vuelta. Primero a 1:48:00 antes de su parada por pits en la vuelta 34 y después a 1:47:00 hasta el final de la carrera.
Las indicaciones del ingeniero fueron: “El objetivo es 48.0, Max”, “No olvides que el objetivo es 48.0?, “Tú última vuelta fue 47.5. Ya sabes lo que es perder una carrera aquí”, “Concéntrate, el objetivo 48.0? y “Trae el auto a casa, por favor”.