Luego de obtener la victoria en el Gran Premio de Mónaco, Checo Pérez se perfiló como uno de los candidatos a pelear por el título mundial de la Fórmula 1, por primera vez en toda su trayectoria deportiva. El mexicano cuenta con un monoplaza competitivo y con la estructura de un equipo como Red Bull que, tal como lo viene demostrando, es arrollador en pista, superior en su estrategia, seguro en el garaje y confiable en la fábrica.
Más allá del profesionalismo y la precisión quirúrgica que caracterizan a la escudería austriaca, el nacido en Guadalajara se hizo un lugar a fuerza de constancia y méritos: por primera vez desde 2011, época en la que los Toros Rojos obtuvieron mayor cantidad de victorias en la Fórmula 1, y tras el 1-2 en Bakú, la dupla de Checo Pérez-Max Verstappen emuló la clasificación que Red Bull no conseguía hacía más de una década.
En aquel entonces, Sebastian Vettel y Mark Webber eran los pilotos que le daban a la escudería el resultado máximo tanto en el Campeonato de Pilotos como en el de Constructores, logro que obtuvieron tras el Gran Premio de Bélgica en 2011. Ahora, los nombres que sellan el éxito que le devuelve al equipo de Milton Keynes el poderío son otros; sin embargo, Verstappen y Pérez o Vettel y Webber, hay algo que no cambia en la estructura que comanda Christian Horner: la ambición insaciable de los Toros Rojos.
"Desde el Gran Premio de Bélgica de 2011, @redbullracing no ha ocupado los dos primeros puestos en la clasificación del campeonato. ¿Podría ser una señal de lo que vendrá?", publicó la cuenta oficial de la Fórmula 1 en su cuenta oficial de Twitter dando cuenta de la coincidencia.
Checo Pérez, la pieza clave del éxito en Red Bull
Recordemos que Red Bull cuenta con un total de cinco Campeonatos de Pilotos y cuatro títulos de Constructores. Cuatro de los laureles de los títulos mundiales de pilotos, fueron obtenidos por Sebastian Vettel, el corredor con más logros dentro del equipo austriaco.
El más reciente y quinto cetro quedó en manos de Max Verstappen que lo consiguió el año pasado y luego de la cruenta batalla que protagonizó Lewis Hamilton, en la que Checo Pérez fue una pieza clave para la coronación de su compañero.