Tras el GP de Bakú, Lewis Hamilton dejó varias declaraciones debido al porpoising, el efecto rebote descontrolado que están sufriendo los nuevos monoplazas de la F1. Por este motivo, el piloto inglés expresó: “La espalda me está matando”. Esta dura crítica del siete veces campeón fue acompañada por Toto Wolff y Pierre Gasly.
El que se sumó al enojó de Lewis Hamilton y acompañó los sentimientos del piloto oriundo de Stevenage fue Pierre Gasly, que dijo lo siguiente: "Todas las mañanas me duelen mis cervicales y la parte superior de mi cuerpo, nunca he estado tan rígido conduciendo un coche de Fórmula 1. La FIA debe evitar que los pilotos acabemos con un bastón a los 30 años".
El porpoising es un efecto rebote que se da generalmente en las rectas de largo trayecto, por ejemplo, una de las más problemáticas es la enorme recta de 2.2 km de Bakú, recta en la cual Lewis Hamilton sufrió y mucho, al punto de temer por su vida. El piloto de Mercedes declaró que tenía medio de estrellarse a 300 km/h debido a lo incontrolable rebote del auto.
La FIA tomará medidas para intentar controlar el porpoising
Debido a esta situación y las reiteradas quejas de los pilotos de todas las escuderías, la FIA tomará cartas en el asunto y mediante un comunicado la FIA indicó que el GP de Bakú fue un punto de inflexión, un antes y un después, por lo que han “decidido intervenir tras consultar a sus médicos en áreas de la seguridad de los pilotos".
“En un deporte en el que los competidores conducen habitualmente a velocidades superiores a los 300 km/h, se considera que toda la concentración de un piloto debe centrarse en esa tarea, y que la fatiga o el dolor excesivos que experimenta un piloto podrían tener consecuencias importantes si provocan una pérdida de concentración”.
Fuente: (F1Insights)
La FIA también propuso una reunión con todos los equipos, para así poder tomar medidas a mediano plazo para reducir este efecto rebote, pero de seguro que estas no estarán en vigor para la carrera del fin de semana en Montreal.