Lewis Hamilton no atraviesa el mejor presente deportivo de la mano de Mercedes. Los cambios en el reglamento de la Fórmula 1 no le sentaron bien a la escudería alemana y desde el comienzo de la temporada tienen problemas para adaptar el diseño de su W13 acorde a las exigencias de la nueva realidad en el Gran Circo.
Sin embargo, con las mejoras introducidas en el Gran Premio de España, parecía que el equipo liderado por Toto Wolff había logrado sofocar en parte el ‘porpoising’ o rebote, el verdadero dolor de cabeza para Mercedes. Pero en el circuito enclavado en el corazón de Mónaco volvió la pesadilla y el piloto británico estalló.
Tras siete carreras celebradas en lo que va de la temporada, el equipo alemán no consigue dar en la tecla para desactivar el problema y en Mónaco fue Lewis Hamilton quien se llevó la peor parte, ya que no pudo encontrar el ritmo en ningún momento durante la carrera.
"Aquí fue peor que nunca hasta ahora con este coche, por los baches. Estoy deseando dejarlo atrás. Mis dientes y mi mandíbula estaban moviéndose todo el tiempo, he terminado harto del rebote", dijo el piloto nacido en Stevenage.
Además de lamentar el balanceo del monoplaza, Lewis Hamilton deseó que las cosas funcionen de manera diferente en Bakú, el próximo gran premio que también se disputa en un circuito urbano. "Rezo para que el coche no se sienta como aquí", contestó cuando le consultaron por la información que arrojó el GP de Mónaco para la siguiente cita.
La teoría de Lewis Hamilton sobre el W13
Aunque los ingenieros de Mercedes insisten en que cuando puedan solucionar por completo el efecto ‘porpoising’ de su nuevo monoplaza la suerte va a cambiar en la pista para el equipo, Lewis Hamilton se despegó del análisis y arrojó uno propio: "No sé si es el 'porpoising'. Con suerte, eso no es lo que tuvimos en la última carrera. Así que espero que obviamente no sea un problema en Bakú. Pero lo que pasa es que si hay baches, entonces en las curvas podríamos tener problemas".
Además, reflexionó sobre los circuitos callejeros, que agravan los problemas de diseño de su monoplaza: "Nuestro coche es muy rígido, las ruedas y la suspensión lo empujan de vuelta al suelo, así que sí. Pero espero con ansias una pista más abierta, espero que no sea así en la próxima carrera, solo estoy rezado para que no esté tan bacheado como en Mónaco".