Durante los años 90, una historia movilizó a toda la prensa de aquel entonces, fue cuando Michael Schumacher sedujo a Corina Betsch, la novia de su amigo y compañero de trabajo, Heinz- Harlad Frentzen, algo similar a lo sucedido con Mauro Icardi, cuando enamoró a Wanda Nara, novia de su colega Maxi López.
En agosto de 1995, el piloto multicampeón alemán, se casó con Corina en Kerpn – Manheim, la fiesta fue un evento súper privado, sin embargo, la acosadora prensa de esos días hizo lo suyo para poder conseguir exclusivas fotos de esa inolvidable velada, donde Corina lucía un bellísimo vestido blanco, mientras que él tenía un grandioso traje beige con cuello mao y camisa blanca.
Este romance comenzó cuando Michael Schumacher vio a Corina con su colega Heinz- Harlad Frentzen, piloto promesa del automovilismo alemán. En 1994, Frentzen debutaba con Sauber en la F1 y Corina era una fiel asistente a sus carreras, mientras que el piloto de Ferrari era el candidato para ganar el título de aquel año.
En una fiesta previa a la carrera de Le Mans, los destinos de Corina y Michael Schumacher se cruzaron y, mediante un paseo en su moto, nació el amor entre ellos, de ahí se vivieron días frenéticos, tal es así que un año y medio después de casarse tuvieron a su hija Gina- María y en 1999 nació Mick, actual piloto de Haas Team.
El amor duró toda una vida
Esta historia de amor no fue algo pasajero, el amor entre Corina y el alemán duró para siempre, ella fue la que aguantó a Michael Schumacher en sus mejores y peores momentos, como el accidente en Silverstone en 1999, la muerte de su madre en 2003 y el accidente en los Alpes franceses en 2013.
“Vamos cuesta arriba, por supuesto lentamente, pero al menos avanzando”, dijo Corina en su primera aparición pública luego del accidente de su esposo.
Michael Schumacher y Heinz-Harald tenían las mismas ambiciones, disputarse el amor de Corina y ser los mejores pilotos alemanes en la F1, algo que Michael Schumacher logró con creces.