El inicio de la presente temporada de la Fórmula 1 dejó boquiabiertos a muchos aficionados al ver cómo Mercedes peleaba por quedar entre los diez mejores luego de ocho años dominando la categoría. Tanto Lewis Hamilton como George Russell se vieron afectados por el efecto rebote de sus monoplazas y no lograban tener buenos resultados en las primeras carreras del año.
Sin embargo, el equipo de Mercedes consiguió que Lewis Hamilton y George Russell dejen de sufrir el porpoising para las últimas carreras previo al receso, lo que les ayudó a sumar muchos podios. Pero el camino para solucionar dicho problema no fue fácil, pues Toto Wolff reveló que el estado anímico de todos los miembros de la escudería no era estable, a tal punto que también afectó al heptacampeón británico y al expiloto de Williams.
"Es muy doloroso y muy difícil vivir según tus valores y tus dudas. Oscilas entre la depresión y la euforia y, al día siguiente, al revés. En cierto modo, llegas a pensar que nada de lo que haces funciona", explicó Toto Wolff durante una entrevista con "Motorsport".
Mercedes tuvo que hacer un gran cambio en su forma de pensar las características de su monoplaza, pues el propio Lewis Hamilton se mostró frustrado en varias ocasiones por tener que soportar el porpoising. El constante rebote llegó a generar dolores en la espalda del expiloto de McLaren, por lo que el equipo alemán hizo todo lo posible para revertir la situación, un objetivo que lograron cumplir en las últimas carreras.
"Conseguimos dar la vuelta, hoy no tenemos porpoising. Desde el punto de vista de la ingeniería, eso fue ciertamente valioso. Pero para todos nosotros, desde el punto de vista humano, humano profesional, fue muy difícil de sobrellevar", completó Toto Wolff sobre el accionar de Mercedes.
La FIA escuchó a Lewis
El porpoising fue un gran problema para la mayoría de escuderías en el inicio de la temporada, siendo Mercedes uno de los más afectados. Debido a esto, Lewis Hamilton se encargó de elevar la queja a la FIA y pidió un cambio de reglamento para que dicho problema desaparezca de los coches, algo que se llevará a cabo en 2023.
La FIA anunció que, para la siguiente temporada y algunas carreras de este año, los monoplazas deberán elevar los bordes del suelo a 15 mm obligatoriamente, además de aumentar la altura de difusor y aumentar la rigidez del borde de este. También los equipos tendrán que instalar un sensor en el coche que les permita calcular el porpoising, que tendrá un límite que deberán respetar para evitar sanciones.