Los inicios de la temporada 2022 de la Fórmula 1 fueron un gran dolor de cabeza para muchas escuderías que no sabían cómo solucionar el efecto rebote de sus monoplazas. Mercedes fue uno de los más perjudicados, pues Lewis Hamilton no podía hacer nada para evitar el porpoising cuando iba a altas velocidades, por lo que dejó pasar una gran cantidad de puntos en las primeras carreras del año.
Sin embargo, mientras la temporada avanzaba Lewis Hamilton logró deshacerse del porpoising gracias al trabajo de su equipo, pero ya era tarde. El piloto británico, quien se quejó del efecto rebote y exigió que modifiquen las normas, quedó muy lejos de los primeros puestos y no tiene oportunidad para pelear el Campeonato Mundial de 2022, pero el reciente cambio de reglamento de la FIA lo podría beneficiar de cara al siguiente año de la Fórmula 1.
La FIA buscará eliminar el porpoising de los monoplazas para la siguiente temporada, por lo que anunció las escuderías tendrán que elevar los bordes del suelo a 15 mm obligatoriamente. Además, también tendrán que levantar la altura de la garganta del difusor y aumentar su rigidez del borde, con lo que aseguran una reducción del efecto rebote.
Como si fuera poco, las escuderías deberán instalar un sensor adicional que puede controlar el nivel del porpoising de sus coches, para que la FIA pueda hacer un seguimiento. El objetivo de dicho sensor es sancionar a los equipos que sobrepasen un límite de rebote predeterminado en busca de ganar velocidad.
Estos cambios podrían tranquilizar a Mercedes de cara a la siguiente temporada, pues Lewis Hamilton iniciaría el año sin tener que preocuparse de tener rebote en su coche. Además, el heptacampeón de la Fórmula 1 no correría en desventaja ante un probable rival que solucione antes que ellos este problema, ya que con dichas normas deberían estar todos en las mismas condiciones.
Efecto Zhou
El Gran Premio de Silverstone será recordado por el impactante accidente que tuvo Guanyu Zhou en la salida de la parrilla, donde volcó y el halo de su monoplazas no cumplió su función de mantenerlo lejos del suelo. Para la FIA esta situación fue inaceptable, pues un aspecto de la seguridad tan importante como ese nunca debe fallar, por lo que implementará cambios para 2023.
Para la siguiente temporada habrá una altura mínima para el punto de aplicación de la prueba de homologación y se creará un nuevo test físico para comprobar la carga que soporta el halo. De esta manera, la FIA buscará asegurarse que imágenes como la de Guanyu Zhou en Silverstone no se repitan en la Fórmula 1.