Marc Márquez no está en el mejor de sus años, lejos del rendimiento esperado por él y su equipo y, sobre todo, alejado de las pistas. Ha disputado esporádicos Grandes Premios en la actual temporada debido a la lesión que sufrió en el Circuito de Jerez en el año 2020. Sumado a sus ausencias, las pocas apariciones han sido buenas, pero con una moto que no está a la altura del potencial que supo demostrar Honda, fabricante del equipo al que pertenece el español, por lo que su objetivo está cada vez más puesto en el año siguiente que en el presente.
El 2023 no solo esperará contar con la presencia de Marc Márquez, sino que también, según lo ha oficializado recientemente la Federación Internacional de Motociclismo, será el primer año que celebrará las carreras de formato sprint en la categoría. Una decisión que, a ojos del seis veces campeón mundial en MotoGP, es más que acertada porque beneficiará a la máxima división del motociclismo internacional.
"Las carreras al sprint harán más espectacular al MotoGP y darán un punto de vista distinto del fin de semana. Habrá menos tiempo de ensayos y eso provocará que el trabajo de las fábricas sea aún más importante", afirmó el piloto cervariense en diálogo con "Motorsport". Marc Márquez considera que es una decisión acertada, ya que, incluso como piloto, disfruta más de los domingos debido a que es cuando se disputa la carrera, aunque disputar el doble de pruebas supone también una mayor exigencia a todos dentro del paddock. ”¿Puede haber algo más riesgo? Pues sí, pero somos pilotos y yo, personalmente, lo acepto", concluyó la “Hormiga”.
Una de cal y una de arena
A pesar de que Marc Márquez y la gran mayoría de los pilotos están a favor del nuevo cambio para el próximo campeonato, no todo son buenas noticias para el equipo Repsol Honda.
En las últimas horas, Pol Espargaró confirmó su salida del equipo para regresar a la familia KTM, por lo que ahora deberán no solo mejorar el rendimiento de sus motocicletas, sino también buscar una nueva pareja para Marc Márquez.