Checo Pérez se convirtió en uno de los pilotos más importantes de la Fórmula Uno, pero llegar a recibir este reconocimiento no fue una tarea fácil para el mexicano, quien desde pequeño ya sabía que quería llegar a lo más alto del automovilismo. Por ello, parte de su infancia transcurrió en las pistas de carreras locales.
En el libro biográfico del representante de Red Bull escrito por Alejandro Rosas y Francisco Javier González, el piloto contó algunas de las anécdotas que marcaron su carrera y los obstáculos que tuvo que superar. Uno de esos momentos ocurrió cuando Checo Pérez migró a Alemania para continuar su preparación.
Durante su estadía en el país europeo, Checo Pérez vivió en un pueblo llamado Vilsbiburg, cerca de Múnich. Allí tuvo la oportunidad de ser piloto en la Fórmula BMW local, en la cual participó después de pagar 150 mil euros por temporada.
En aquel momento el corredor tenía apenas 14 años y decidió renunciar a las comodidades para poder subirse al asiento del monoplaza. Por eso el mexicano tuvo la oportunidad de estar en el equipo llamado Speedmedia, cuyo director lo invitó a dormir en su restaurante después de enterarse que su piloto dormía en un hotel para camioneros.
Los recuerdos de Checo Pérez durante esa etapa de su vida
Ahora que es parte de una de las escuderías más importantes de la Fórmula Uno, el piloto recuerda aquella época en la que soñaba con subir al podio de un Gran Premio, algo que ya logró el año pasado. Por eso ahora quiere ser un ejemplo para las siguientes generaciones.
“¡Este restaurante en Alemania fue mi casa a los 15 años! Dejé México en busca de un sueño muy lejano. ¡Nunca dejen de luchar por sus sueños por más lejanos y locos que sean!”, escribió en su cuenta de Instagram, donde recibió cientos de mensajes de felicitaciones por la gran carrera profesional que ha construido.