Es común que los deportistas de élite busquen otros negocios por fuera del deporte para tener un respaldo económico cuando decidan retirarse de la carrera. Este es el caso de Fernando Alonso que, dentro de su abanico de negocios, decidió fundar "Kimoa", su propia marca de ropa de estilo sustentable que le trajo pérdidas de unos 3 millones de euros.
En el 2017, el piloto de Alpine comunicaba la creación de su propia colección de ropa para los admiradores de la Fórmula 1, pero en los cuatro años que los gastos corrieron por su cuenta fueron más que las ventas que realizaron. Por este motivo, Fernando Alonso se vio en la obligación de vender el 75% de los derechos de la tienda a la empresa Revolution Brands.
Después de tres años de haber salido en el mercado, Fernando Alonso resolvió en el 2020 que cedería parte del título de propiedad a la compañía, pero que se mantendría cerca del negocio para continuar con su rol de embajador. Es por esto que aún es común ver al corredor español con las gafas de sol, camisetas y gorras en sus apariciones en la pista.
"Es un honor seguir llevando el logotipo de Kimoa, construyendo la marca y dando la bienvenida a la familia a todos los que comparten nuestra visión", celebró el atleta.
Los números que casi llevaron a la quiebra a la marca de ropa de Fernando Alonso
Si bien la estrella de la Fórmula 1 había plasmado toda su confianza en la marca, lo cierto es que se llevó una gran desilusión. Sobre todo, porque en el último año que la administró registró un total de 843 mil euros en ventas. Un 20% menos del pico que alcanzaron en el 2018 con 1,2 millones facturados.
Por otro lado, en el 2019, la marca de Fernando Alonso también registró un buen número al cerrar el balance con 1,1 millones de euros en ganancias. Sin duda, el efecto que produjo la pandemia del Covid-19 fue en parte responsable de la caída de la administración, pues otros famosos también vivieron situaciones similares con sus emprendimientos.