En el Gran Premio de Hungría, Max Verstappen se subió al primer escalón del podio luego de una increíble remontada. Después de que su motor lo dejara sin potencia en la clasificación del día sábado, el campeón protagonizó una de las recuperaciones más significativas de toda su trayectoria deportiva desde la décima posición de la parrilla hasta el liderazgo, aún cuando las simulaciones de estrategia de Red Bull estimaban que el mejor resultado podría ser un quinto lugar.
Sin embargo, finalmente, el actual monarca de la categoría se consagró en Hungaroring y se despidió de la primera parte de la temporada de la F1 con una aplastante diferencia de 80 puntos por sobre el hombre de Ferrari, Charles Leclerc. Pero hubo cinco factores claves que ayudaron a Max Verstappen a convertir la limitación de daños en la batalla por el podio contra el monegasco y Ferrari, y se coronó con un golpe de gracia antes de las vacaciones de verano.
Clima
La F1 rara vez ha visto un evento en el que la temperatura fluctuó tanto como lo hizo durante el fin de semana del GP de Hungría. Desde el abrasador sauna de 34°C en el que Ferrari se destacó durante los entrenamientos del viernes hasta un cambio en el frente meteorológico que dejó las cosas en un frío de 21°C en medio de nubes y llovizna el domingo.
Ese cambio, sumado a la lluvia del sábado que arrastró la goma para dejar una pista muy limpia, transformó por completo el rendimiento de los autos y los neumáticos. El F1-75, que había sido tan fuerte en el calor del viernes, tuvo problemas para calentar sus neumáticos el domingo y eso lo empujó de nuevo al pelotón. Por otro lado, el Red Bull cobró vida, especialmente porque parecía tener mucho ritmo en el blando y el medio.
Además, como los pilotos se dieron cuenta rápidamente de que no iba a ser fácil calentar el compuesto duro, Red Bull decidió alejarse de su plan original de comenzar con Max Verstappen con los duros y optar por el agresivo blando, que finalmente resultó ser la mejor estrategia.
Reglas de F1 2022 que permiten adelantar
Hungaroring tiene la reputación de estar a la altura de Mónaco como una de las pistas más difíciles del año para adelantar. Y, de hecho, esa característica es exactamente lo que motivó las predicciones estratégicas de los Toros Rojos: que al menos el primer cuarto de la carrera, Max Verstappen se la iba a pasar atascado en el tráfico perdiendo tiempo con los primeros. Sin embargo, dado que el piloto neerlandés tenía la ventaja del ritmo inducido por el clima sobre los blandos y sumado la fuerza de las nuevas reglas de F1 2022, el líder del campeonato logró adelantar mucho más fácilmente esta vez.
Ritmo y estrategia de Ferrari
El clima fresco del domingo dejó al dúo de los Tifosi luchando por mantener el ritmo en la carrera. Y fueron sus dificultades las que ayudaron aún más a la causa de Verstappen. Ferrari hizo que sus pilotos comenzaran con los medios, en un día en que el duro no era un gran neumático; también significó que el equipo se había arrinconado en la estrategia, lo que comprometió aún más su esfuerzo.
Dado que todos los mejores equipos tenían solo dos conjuntos de medios disponibles, esto representaba que aquellos que comenzaban en el compuesto enfrentarían un gran dolor de cabeza con la carrera convirtiéndose en dos paradas. La mejor manera de hacerlo era estirar las dos tandas medias tanto como fuera posible y luego cambiar para una explosión final sobre los blandos.
Sin embargo, Ferrari, pensando que la posición en la pista era de suma importancia contra Verstappen en la batalla por el título, eligió poner a Leclerc en la pista con duros, después de que su rival de Red Bull entrara en boxes para su segundo y último juego de medios. Con la temperatura tan difícil de alcanzar, la decisión del equipo dejó a Leclerc como blanco fácil cuando cayó su ritmo y la puerta estaba abierta para que Verstappen avanzara.
Paciencia
El triunfo de Verstappen en Hungría no se debió solo al clima, la estrategia y el ritmo de Red Bull que cobró vida el domingo. Es importante agregar que la conducción del campeón también fue del más alto nivel. Incluso, cuando a Christian Horner se le preguntó cómo se compara esta victoria con otros grandes triunfos de Mad Max, el jefe del equipo dijo: "Está a la altura".
Momento afortunado de su problema de motor
El elemento suerte tampoco se puede descartar por completo. Aunque no se han revelado los detalles exactos del problema del motor del piloto referente de los Países Bajos en la calificación, los de Milton Keynes han confirmado que fue un componente roto lo que desencadenó el problema, que no se pudo reparar en el circuito. Es por eso que Red Bull eligió equipar a Verstappen con su nueva unidad de potencia para la carrera del domingo.
Pero, como Horner reflexionó después, probablemente fue un golpe de suerte que la parte que se rompió lo hiciera en su última vuelta de la Q3, porque si hubiera durado solo dos vueltas más, lo habría dejado fuera de carrera. "Afortunadamente, estamos sentados aquí ahora, con una perspectiva 20/20 y agradecidos de que se rompió [en la calificación]", dijo Horner. "Porque otros 12 kilómetros, y se habría roto en el camino a la parrilla", finalizó.