Max Verstappen tuvo una nueva y aplastante actuación en su circuito local, en un fin de semana que había comenzado de manera adversa con un abandono en la primera práctica libre y con un problema en la caja de cambios.
El público en el Gran Premio de los Países Bajos vio a su joven piloto ir de menos a más, a medida que transcurrieron las distintas sesiones en la antesala a la carrera de mañana. En esta oportunidad, Max Verstappen necesitó de pocas vueltas para quedarse con los mejores tiempos. En las primeras dos clasificaciones eliminatorias, tan solo tres giros le bastaron en cada una para asegurarse el pase a la siguiente ronda. Aunque esto no fue así en la última sesión.
Tras haber logrado el mejor tiempo inicial en la Q3, Max Verstappen permaneció en el garaje a la expectativa de lo que hicieran sus rivales para saber si era necesario un nuevo intento. La actuación de Charles Leclerc lo colocó por encima del neerlandés de Red Bull y lo obligó a este último a ir en búsqueda de la pole position, algo que no consigue desde el Gran Premio de Austria.
El tiempo a vencer impuesto por el monegasco fue 1:10.363, el mejor de todo el fin de semana, aunque esto poco le importó a Max Verstappen quién marcó, por apenas 0.021 segundos, cel ronómetro más bajo de la jornada para así hacerse con el primer lugar en la grilla de partida de mañana en el Circuito de Zandvoort. Este resultado reafirma al monoplaza número 1 como el gran candidato a finalizar primero y así estirar la ventaja en el campeonato, aunque será escoltado por las Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz, quienes largarán segundo y tercero respectivamente.
Despiste de Checo
Checo Pérez no pudo tener un rendimiento con el que se sintiera a gusto en todo el fin de semana. El piloto mexicano no logró encontrar la puesta a punto y la configuración necesaria para poder ubicarse más alto en los registros.
Como si fuera poco, en su segundo, y último intento en la última clasificación, el expiloto de Racing Point terminó fuera de la pista en la última curva debido a un inesperado trompo. Esto causó una bandera amarilla que obligó a Lewis Hamilton y George Russell a abortar sus tiempos por lo que finalizaron cuarto y sexto respectivamente, separados por Checo Pérez en quinto.