Michael Schumacher se convirtió en uno de los pilotos más destacados de la Fórmula Uno, que sufrió un accidente que todavía lo mantiene alejado de las pistas, pues en ese momento se mantenía como uno de los corredores más importantes del torneo. Por ello su grave estado de salud causó conmoción entre sus fans, quienes esperaban verlo activo por más temporadas.
El 29 de diciembre de 2013 su familia sorprendió a todos al confirmar a través de un comunicado que el 7 veces ganador de la Fórmula Uno sufrió un golpe en su cabeza cuando esquiaba en los Alpes franceses, accidente que lo dejó en coma. Luego los médicos señalaron que el incidente no fue más grave debido a que Michael Schumacher llevaba un casco en ese momento.
Ahora se conocieron más detalles de su estado de salud gracias a Jean Todt, uno de sus amigos más cercanos y exjefe de Ferrari, a quien los allegados de Michael Schumacher le permitieron ser uno de los pocos que puede ver al piloto. En una entrevista con el medio “Sport Bild” el exdirector comentó que estaba conmovido por las muestras de afecto que todavía recibe el corredor de sus seguidores alrededor del mundo.
“La gente pregunta mucho sobre Michael. La afición debe saber que está en las mejores manos. En la mejor situación que puede estar y rodeado de la gente que le quiere”, dijo Todt. Luego afirmó que se mantiene en constante comunicación con Corinna, la esposa del piloto, a quien también visita seguido.
El tratamiento que eligió la familia de Michael Schumacher
Luego de confirmarse que estaría en coma, los allegados al piloto prefirieron mantener algunos detalles sobre su salud lejos de los medios de comunicación, por lo que solo comunicaron que lo operaron dos veces a horas del accidente para eliminar los coágulos en su cerebro, y aclararon que tendría lesiones motrices irreversibles.
Uno de los tratamientos propuestos por los médicos fue transferir células de su corazón a su cerebro, una alternativa de las células madres, con el fin de que se regenere su sistema nervioso. Mientras que otros catalogaron el objetivo como ambicioso, pues el corredor sufre de osteoporosis y degeneración muscular por tantos años en cama.
Más adelante los medios europeos confirmaron que Schumacher tenía a su disposición un tratamiento pionero de 140 mil dólares a la semana, pues tiene un equipo de 15 enfermeras y médicos que se encargan a diario de su salud. Después su esposa aclaró que el piloto ya no era el mismo, pero que tanto ella como el resto de su familia no perdían las esperanzas de que algún día despertara.