Nacho Beristáin es considerado como uno de los mejores entrenadores de boxeo mexicanos, y guarda en su memoria miles de historias de la mano de grandes pugilistas nacionales. Una de las más sonadas es la vez que Julio César Chávez le regaló un cheque con una extraordinaria cifra de dinero, que ni él mismo podía creer.
Antes de comenzar a relatar la anécdota, Nacho Beristáin respondió lo que piensa de Julio César Chávez. “El peleador más chingón que México ha dado al mundo del boxeo es ese güero y es la verdad. Una pelea nada más trabajé con él”, sentenció sobre el boxeador mexicano. Luego, reveló que una vez, el púgil le dijo a Ricardo López que le prestara a su preparador para una pelea, por lo que Beristáin subió con La Leyenda en su pelea contra Miguel Ángel González.
“Luego nos fuimos y me habla: ‘Oye, ¿por qué te fuiste? Vente a echar unas cervezas con nosotros’. Le reiteré que no porque ya me iba a dormir, pero él insistió porque quería hablar conmigo. Ya cuando llegué, le dijo a su contador: ‘Por favor, hazle un cheque por 40 mil dólares a Beristáin”, contó el entrenador. Beristáin no quería que le pagara más, porque había subido gratis. A lo que Julio César Chávez le indicó: “No, no, no, qué gratis ni qué: me bajaste de peso en París, me bajaste de peso en Monterrey y ni siquiera te di las gracias”.
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El desconocido apodo de Julio César Chávez en sus inicios
Julio César Chávez cuenta con múltiples apodos, los cuales fue cosechando a lo largo de su carrera. Sin embargo, hay uno que tuvo en sus comienzos y que muy pocos seguidores conocen. Muchos los conocen como “El César del Boxeo”, o como “El Gran Campeón”, o bajo el apodo que también le puso su madre, Isabel González en su infancia, quien lo llamaba como “Cachito” o “Cacho”. Entre tantas peleas que ganó la leyenda del boxeo mexicano reveló en el canal del Terrible Morales que lo llamaban “Mister Nocauts”, todo esto en gran medida porque en sus encuentros noqueaba a cualquier rival que se le ponía enfrente.