En el pintoresco escenario suizo, la moneda de 20 francos de 1935 LB se erige como un testamento de elegancia centenaria. Este tesoro numismático, meticulosamente acuñado en oro de 900 mm, no solo representa un símbolo financiero, sino también un vistazo al pasado suizo. Con su año de emisión marcado en la historia, cada moneda cuenta una narrativa única que resuena a través de los años.
Sumergiéndonos en los detalles meticulosos, la moneda suiza de 20 francos de 1935 LB exhibe un diametro de 21 mm y un peso de 6,45 gramos, características que la distinguen en el mundo numismático. Con una conservación clasificada como EBC / EBC+, esta pieza reluce con un esplendor que perdura, atrayendo a coleccionistas y entusiastas por igual.
Más allá de su brillo físico, la moneda suiza de 20 francos de 1935 LB se ha convertido en un tesoro codiciado, con un valor estimado de 365 euros. Este precio refleja no solo la calidad del oro utilizado en su confección, sino también la demanda creciente de piezas numismáticas históricas en el mercado internacional.
El Oro como Testigo del Tiempo
El metal precioso utilizado en esta moneda no es solo un componente, sino un testigo del tiempo. El oro de 900 mm, meticulosamente trabajado, agrega un aura única a la pieza, capturando la luz de manera inigualable y añadiendo un toque de lujo a cualquier colección numismática.
Reconocida y valorada, la moneda suiza de 20 francos de 1935 LB ha encontrado su lugar en el catálogo numismático bajo la referencia KM-35.1. Esta inclusión no solo la certifica como parte esencial de la historia financiera suiza, sino que también la coloca en el radar de coleccionistas que buscan piezas auténticas y significativas.