Andorra, el pequeño principado situado entre España y Francia, nos regala una joya numismática excepcional en la forma de la moneda de 20 Diners de 1993. Este tesoro no solo es una expresión de la riqueza cultural de Andorra, sino que también es un homenaje artístico a San Jorge, patrón del principado. Con un diámetro de 38 mm y un peso de 26,5 gramos, esta moneda de alta calidad presenta una conservación SC (Sin Circular), asegurando que cada detalle de su diseño reluzca con claridad.
La particularidad de esta moneda radica en su composición dual de metales preciosos. Fabricada con plata de 925 mm y oro de 917 mm (22 quilates), esta pieza se destaca como una síntesis de elegancia y riqueza. Además, lleva incrustada una lámina de oro de 1,5 gramos, aportando un toque adicional de lujo y sofisticación. Esta combinación de metales de alta calidad no solo agrega valor monetario sino que también realza la belleza estética de la moneda.
La representación de San Jorge, el héroe legendario, en el reverso de la moneda añade un simbolismo profundo. La figura de San Jorge, montado en su caballo y derrotando al dragón, evoca la valentía y la victoria sobre las adversidades. Este diseño, junto con la lámina de oro incrustada, transforma la moneda en una obra de arte que va más allá de su valor nominal.
Según el catálogo numismático KM-100, esta moneda de Andorra tiene un valor actual de 110 euros, consolidándola como una pieza codiciada en el mercado de coleccionistas. Su rareza, combinada con la cuidada conservación y los detalles artísticos, la convierten en una inversión atractiva. Aquellos que buscan enriquecer sus colecciones numismáticas encuentran en esta moneda de Andorra una oportunidad única de poseer una obra maestra en miniatura.
La importancia de Andorra en esta moneda
En conclusión, la moneda de 20 Diners de Andorra de 1993 es una joya numismática que fusiona historia, arte y valor material. Desde la imagen de San Jorge hasta la incrustación de oro, cada elemento de esta pieza está meticulosamente diseñado para contar una historia rica y cautivadora. Para los apasionados de la numismática, esta moneda no solo representa una inversión valiosa, sino también un viaje a través del tiempo y la cultura de Andorra.