El centavo de plata de Alfonso XII, acuñado en Manila en 1880, es una joya histórica y numismática que evoca la riqueza cultural y el legado colonial. Esta moneda, con su diseño cuidadosamente detallado y su valor histórico, se ha convertido en una pieza codiciada por coleccionistas y entusiastas numismáticos.
El año 1880 marca un período de relevancia en la historia de Filipinas bajo la influencia española. Este centavo, acuñado en la ceca de Manila, refleja la presencia y el dominio de la monarquía española en estas tierras, encapsulando la época del reinado de Alfonso XII y su influencia en el sudeste asiático.
El valor intrínseco de esta moneda no se limita únicamente a su composición de plata o a su belleza numismática. Es un testimonio tangible de la historia, una conexión directa con un momento crucial en la trayectoria de Filipinas y su relación con España. Su conservación BC+ otorga un valor añadido, proporcionando una ventana a un capítulo vital de la historia numismática. Con sus 23 milímetros de diámetro y 5,05 gramos de peso, esta moneda es mucho más que una pieza de plata; es un testimonio vivo de un legado cultural y colonial.
Este centavo es mucho más que una pieza de plata. Representa un vínculo tangible con un pasado colonial y cultural compartido entre España y Filipinas. La ceca de Manila, en ese momento, simbolizaba la influencia de la monarquía española en el sudeste asiático. Su conservación BC+ añade un valor histórico adicional, presentando un acceso fascinante a un capítulo significativo en la historia numismática mundial.
En la actualidad, el valor estimado de esta moneda de Alfonso XII de 20 centavos acuñada en Manila en 1880 oscila alrededor de los 225 euros. Su conservación BC+ y su significado histórico, ligado al colonialismo español en Filipinas, contribuyen a su atractivo y cotización en el mercado numismático, convirtiéndola en una pieza codiciada por coleccionistas y aficionados a la historia.