Marcelo Ríos, es recordado como el único tenista chileno que ha llegado a alcanzar el puesto número 1 de la ATP, pero en contraposición al éxito que tuvo en su carrera, el deportista se convirtió en un personaje polémico durante los últimos veinte años. Y así lo reveló su ex preparador físico Manuel Astorga, quien confesó que era una persona deplorable.
En su momento, Marcelo Ríos y Manuel Astorga llegaron a tener una relación muy cercana. En 1999, el entrenador llegó a ser el apoyo del campeón del tenis tras su ruptura con la costarricense Giuliana Sotela, por quien rompió en llanto en una conferencia de prensa al conocerse su infidelidad hacia ella. Todo cambió, cuando un año más tarde, la figura histórica atropelló a Astorga en broma y este hizo pública la situación. Esto generó que el coach concluyera que Ríos era “el ser más deplorable”.
“El peor error que he cometido en mi vida ha sido trabajar con él”, evaluó el ex preparador físico del “Chino”, luego revelar que sus motivos se fundamentaban en la personalidad de la estrella. De este modo, Astorga afirmó que Marcelo Ríos es un completo malagradecido, vulgar y mentiroso, pero lo que menos soportaría de su actitud, son sus constantes intentos de alardear los títulos y el dinero que ha ganado para usarlo como escudo para hablar de todo el mundo.
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“Para mí, el fracaso más grande como profesor y licenciado en educación es Marcelo Ríos”, despotricó el entrenador.
Luis Lobo: el posible causante de la enemistad entre Marcelo Ríos y Manuel Astorga
A pesar de que ambos no quieren verse ni en figurita, lo cierto es que el tiempo que compartieron juntos los llevó marcar un suceso dentro de la historia del tenis chileno. Pues, era Astorga quien estaba detrás de la preparación física del ídolo, cuando consiguió liderar el ranking de la ATP por seis semanas consecutivas en 1998.
Sin embargo, el motivo del alejamiento entre Marcelo Ríos y Manuel Astorga podría haber sido el también entrenador Luis Lobo. Recientemente, Astorga reveló en una entrevista para “Radio Touch” que la aparición de Lobo hizo que el ex tenista perdiera el control, al punto que era difícil controlar su conducta. De hecho, el que también fue coach de Nicolás Massú ponderó que su colega le hizo tirar al bote ocho largos años de esfuerzo.