“Voy pensando que puedo ganar”, fue la frase con la que, semanas atrás, Carlos Sainz palpitó el Gran Premio de Baréin. Sin embargo, el español no pudo subirse al podio, ya que, incluso con su compañero de equipo fuera de carrera, sufrió algunos problemas en el monoplaza, además de que el buen ritmo de Fernando Alonso lo desplazó al cuarto puesto.
Justamente, en relación con los desajustes en el SF23, el piloto madrileño podría verse perjudicado a raíz de una decisión de Ferrari. La determinación es clara y tiene que ver con una cuestión de prioridades, dado que, este año, el equipo optó por utilizar a Carlos Sainz para probar los diferentes cambios que se apliquen en el vehículo a lo largo de la temporada y, así, favorecer el desempeño de Charles Leclerc.
Esto lo explica el periodista italiano Fabiano Vandone, que fue uno de los que analizaron el tema. “El desarrollo y las correcciones técnicas que se le harán al monoplaza verán satisfechas las peticiones del monegasco, en un intento de ofrecer la mejor versión del SF23 al piloto que el equipo considera más fuerte”, profundizó el reportero y comparó esta política que afectará al ex corredor de McLaren y Renault con lo hecho por Red Bull con Checo Pérez y Max Verstappen.
Ferrari escucha a Sainz y corrige
Si algo padeció Carlos Sainz durante la temporada pasada, fue el efecto rebote del monoplaza. Esto sucede cuando, tras alcanzar una velocidad cercana a los 300 km/h, se frena ante una curva y se produce un rebote, conocido como “porpoising”, que no solo dificulta la labor de los pilotos, sino que también es peligroso para su integridad.
En Baréin, aunque de forma mínima, el monoplaza experimentó este efecto, por lo que Ferrari ya trabaja para solucionarlo. “No fue como lo que hemos visto el año pasado, pero Carlos Sainz tuvo algunos rebotes. Fue molesto porque es algo que incomoda al conductor, así que estoy seguro de que es algo que van a mirar”, sostuvo Marc Gene, piloto de pruebas de Ferrari que tendrá mucho trabajo de cara al Gran Premio de Arabia Saudí.