En su carrera número 250 en la Fórmula 1, Checo Pérez se enfrentó a un Gran Premio de Singapur que no será recordado como uno de sus mejores momentos en la pista. El piloto mexicano comenzó en la posición 13, después de una clasificación complicada, y su actuación en la carrera fue un desafío desde el principio.
A pesar de las dificultades, Checo Pérez logró llegar al quinto lugar en un momento de la carrera, gracias a su decisión de no ingresar a cajas para cambiar neumáticos, una estrategia arriesgada de la escudería Red Bull Racing. Sin embargo, la mala suerte parecía perseguir al equipo, ya que las circunstancias que habrían beneficiado esta estrategia, como el ingreso del Virtual Safety Car, no se materializaron como esperaban.
El GP de Singapur se caracterizó por la falta de eventos en pista que pudieran cambiar la dinámica de la carrera, lo que complicó aún más las cosas para Pérez y su compañero de equipo, Max Verstappen. A pesar de los desafíos, Checo Pérez mostró su tenacidad al sumar un punto al final de la carrera, demostrando su habilidad para aprovechar las oportunidades que se presentan en la pista.
El podio de la carrera estuvo dominado por Carlos Sainz, quien lideró de principio a fin, seguido de cerca por Lando Norris y Lewis Hamilton. Max Verstappen, cuya racha de 10 victorias consecutivas se rompió, logró un quinto lugar, mientras que Checo Pérez cruzó la línea de meta en la octava posición.
La carrera también estuvo marcada por incidentes, como el choque de George Russell en la última vuelta, lo que le impidió terminar en el podio. Además, Checo Pérez enfrenta investigaciones pendientes por un contacto con Alexander Albon y por exceder los límites de velocidad durante el Virtual Safety Car. A pesar de los desafíos, Checo Pérez sigue demostrando su habilidad y perseverancia en la Fórmula 1.