La Universidad de Chile enfrentó dificultades en la temporada pasada debido a la escasez de goles, lo que llevó al entrenador Gustavo Álvarez a considerar crucial reforzar la delantera del equipo. Por ello, los Azules buscaron activamente un delantero durante el mercado de pases, culminando con la adquisición de Luciano Pons, procedente del Independiente de Medellín.
Aunque la llegada de Pons generó expectativas entre el cuerpo técnico y los seguidores, inicialmente no fue la primera opción de la Universidad de Chile para fortalecer el ataque. Inicialmente, el club exploró la posibilidad de fichar a Adrián "Maravilla" Martínez, un delantero que militaba en Argentina para el Instituto de Córdoba, aunque la oferta no logró superar la competencia de Racing Club, que finalmente se quedó con el jugador.
Hoy en día, la Universidad de Chile observa con cierta envidia el éxito de Racing Club, ya que Maravilla Martínez ha brillado al anotar cinco goles en los primeros cinco partidos del torneo argentino. Además, en Argentina se destacan las dificultades personales que el delantero, de 31 años, superó para llegar a la cima del fútbol, incluyendo un período de seis meses en prisión.
En 2014, el hermano de Martínez sufrió un ataque armado y él fue acusado de incendiar la casa del presunto responsable, lo que lo llevó a ser encarcelado hasta que se demostró su inocencia. Sin embargo, el talentoso delantero logró dejar atrás ese oscuro episodio y concentrarse en su carrera futbolística, cosechando ahora los frutos de su esfuerzo como figura destacada en el fútbol argentino y en las filas de Racing Club.