No hay dudas de que Claudio Bravo supo ser el gran muro de contención del Barcelona por muchos años, pero ese sostén en el que se había convertido comenzó a perder peso con la llegada de Marc-André ter Stegen en el 2014. Muchos rumores corrieron en ese tiempo sobre la enemistad que habría existido entre ambos, hasta que el chileno rompió el silencio.
Como pocas veces lo ha hecho, el Capi de la Selección chilena contó su versión de los supuestos problemas que habría tenido con el actual guardameta culé al desmentir cualquier tipo de rivalidad. Por medio del artículo "12 cosas que no sabes sobre mí", para "The Player's Tribune", que escribió Claudio Bravo, se esclareció que todo habría sido fogoneado por los medios de comunicación de España.
"La prensa hizo un gran tema de eso y algunos decían que éramos enemigos, mala convivencia, pero eso no era verdad, para nada", aseguró Claudio Bravo al explicar que existía una especie de acuerdo con el club, en el que se dividieron los partidos de LaLiga para el actual portero del Betis y los de Copas para el futbolista alemán. Pues desde el Barça buscaban poder probar al recién llegado.
El recuerdo que Claudio Bravo se lleva del Barcelona
No es para nadie un secreto que vestir los colores blaugrana sería un auténtico privilegio para cualquier jugador del mundo. Mucho también se habla de la presión que significa ocupar un puesto en la plantilla de los catalanes, pero el número 1 de "La Roja" reconoció que siempre se sintió como en casa en el Camp Nou.
"Cuando sales a jugar con 100.000 personas, te acuerdas del trabajo que te llevó hasta allí: los días en los que tenías frío, los días en los que tenías hambre, los partidos jugados en el cemento, las atajadas en los potreros, las horas y horas en la camioneta... y ahora estás aquí", recordó Claudio Bravo sobre la sensación de gratitud que sentía cada vez que salía a la cancha y se topaba con los aficionados.