El presente de Marc Márquez no es el que, tanto él como el equipo, buscaban tener desde el inicio de la temporada. Un año en el cual el motociclista español no pudo estar presente en varias oportunidades, lo que perjudicó gravemente a la escudería que, además, ha visto cómo la moto construida por los ingenieros de la marca Honda está lejos del rendimiento que han sabido demostrar y que tanto resultado les ha dado.
Marc Márquez no ha logrado recuperarse del todo bien desde aquella lesión en el Circuito de Jeréz, la cual lo ha marginado de las pistas más de lo que él hubiera querido. La fractura en el hombro derecho del piloto cervariense ha derivado en un sinfín de intervenciones quirúrgicas que parecían complicar más de lo que ayudaban, aunque, esta vez, podría ser que la recuperación y el regreso definitivo a las pistas esté cada vez más cerca, aunque mayormente cuenta con la mira en el objetivo de cara a 2023. En parte, el mal rendimiento de Honda le ha costado una temporada al equipo pero ayudó a que, ante la imposibilidad de pelear por el campeonato, la recuperación del número 93 no sea apresurada.
A pesar de no estar a bordo de una moto dentro de la pista, Marc Márquez ha dicho presente en el Circuito de Austria, con el objetivo de poder aportar desde su experiencia —y con sus actuales limitaciones físicas— a mejorar el rendimiento de la motocicleta japonesa. “Lo que me dijeron los médicos es que ya no hay más espacio para nuevas cirugías”, reveló el seis veces campeón en MotoGP en diálogo con el medio Sky Sport.
Un nuevo dolor de cabeza
Como si la lesión de Marc Márquez y el muy bajo rendimiento de la moto japonesa no fuera suficiente, ahora, en el equipo se han encontrado con una nueva mala noticia que no esperaban.
En las últimas horas, se ha confirmado que Pol Espargaró dejará el equipo Repsol Honda y se incorporará, nuevamente, a la familia KTM, equipo que supo integrar desde 2017 a 2020, previo al salto a su actual equipo, por lo que deberán buscar un nuevo compañero para Marc Márquez a partir de 2023.