Helmut Marko es una de las figuras más importantes dentro del team de Red Bull. Al punto de formar parte de los titulares por las declaraciones polémicas a las que tiene acostumbrados a los seguidores de la Fórmula 1. Pese a que hoy en día es más conocido por su rol de agente, lo cierto es que el austríaco también fue piloto de carreras, hasta que sufrió un grave accidente que casi le quitó la vida.
El asesor de Red Bull dio sus primeros pasos en la F1 allá por 1967, cuando comenzó a ser parte de la categoría soporte. Tres años más tarde, Helmut Marko pisaría fuerte en la pista al ganar en la clase 3.0 de las 24 Horas de Le Mans. Lo que parecía un carrera brillante se desplomaría en el GP de Francia 1972.
Fue durante el décimo gran premio que Helmut Marko protagonizaría los titulares de los diarios por la roca que lo golpeó durante la octava vuelta en el Circuito de Charade, en Clermont-Ferrand. Resulta que una de las piedras volcánicas que se metían en la pista impactara en el ojo izquierdo del expiloto.
Después de que la roca en llamas derritiera el visor de su casco, el cazatalentos terminó la carrera en la quinta posición, tras la "diminuta" distracción que lo llevó a ser operado del ojo de manera inmediata. Ese era el principio del final que lo llevó a vivir en un estado depresivo, hasta que pudo recuperarse y trabajar como preparador.
El sueño frustrado de Helmut Marko: ser piloto de la Fórmula 1
Si bien el austríaco consiguió ser corredor en la Fórmula 1, lo cierto es que su carrera terminó mucho antes de lo que hubiese imaginado. "Ahí es cuando caes en un profundo agujero negro", confesó el asesor en una entrevista.
"Una lesión en el ojo es muy dolorosa. Tuvieron quenxosermenel ojo, así que cada parpadeo era un horror", relató Helmut Marko al revelar que pasó muchas noches sin poder dormir, ya que no podía imaginarse una vida sin correr carreras. Por lo menos, hasta que descubrió que podía ocupar otro rol al costado de la pista.