La temporada de Marc Márquez ha estado marcada por la constante frustración ante los reiterados intentos de regresar definitivamente a la competición, algo que no ha podido llevar a cabo debido a la lesión en su brazo derecho.
El piloto cervariense apuntó el Gran Premio de Aragón en su calendario como la vuelta al MotoGP. Aunque, lamentablemente para Marc Márquez, tras un toque con el francés Fabio Quartararo en la primera vuelta, su carrera terminó mucho antes de lo previsto. “El objetivo en Aragón era acumular kilómetros, pero, desafortunadamente, apenas di una vuelta tras una gran salida. Me sentí decepcionado porque me sentía fuerte y sé gestionar allí la caída del neumático. Fue así, pero, afortunadamente, no pasó nada grave. Motegi será distinto, en mojado. También probaremos cosas para Honda. El equipo de test trabaja mucho aquí. Nosotros nos centraremos en 2023", comentó.
El Gran Premio de Motegi abre una nueva posibilidad para el multicampeón español ya que podrá salir una vez más a pista y la probable lluvia jugaría a su favor. El problema que padece Marc Márquez es en las fuertes frenadas tras altas velocidades, algo que la lluvia aminorará. Además le permitió juntarse con los fabricantes de Honda para trabajar en el futuro de la escudería. "Es importante venir a Japón. Puedes tener llamadas o 'mails', pero el cara a cara es distinto. Era importante ver a la gente de HRC, para motivarlos. Ellos saben dónde están y dónde quieren llegar. Estoy aquí para ayudarles a volver a lo más alto", confirmó.
El nuevo concepto
La marca Honda supo llegar a lo más alto del motociclismo pero con un diseño de moto que llegó a su límite y un cambio era necesario. Desafortunadamente, la necesidad del cambio llegó cuando la pandemia por el Coronavirus (COVID-19) se instauró. "Estos dos últimos años, por el covid y la pandemia, todos los fabricantes japoneses tuvieron dificultades. Aquí ves que con la pandemia la situación es completamente diferente. Los europeos fueron más agresivos al desarrollar las motos. Creo en Honda. Honda es Honda, es la fábrica más grande del mundo", sentenció Marc Márquez.
Por último, el número 93 aseguró que aún hay detalles a pulir en la nueva moto.. "Es cierto que con el otro concepto tenía sensaciones positivas, pero llegamos a su tope. Ahora, con el nuevo, no cambió mucho. Lo estamos viendo. Yo no soy ingeniero, sólo me quejo de dónde estamos perdiendo. Sólo quiero una moto que funcione bien, que acelere”, concluyó.