Esta segunda semana del 2023 ha sido bastante agitada para Gerard Piqué. La misma comenzó con críticas del presidente de La Liga hacia la Kings League, de la que forma parte como organizador, y tuvo su punto máximo con el lanzamiento la “Music Session #53”, en la que Shakira disparó contra él y su actual pareja. Como si fuera poco, también recibió una mala noticia que afecta a su empresa.
Y es que finalmente, tras no llegar a un acuerdo para extender su unión con la Federación Internacional de Tenis, la empresa del ex Barcelona, Kosmos, dejará de formar parte de la organización de la Copa Davis. De esta manera, Gerard Piqué perderá algo en lo que estuvo enfocado durante los últimos años, y el proyecto más significativo de su firma.
A través de un comunicado, fue la Federación la que anunció la ruptura con compañía del exfutbolista catalán. “La ITF puede confirmar que su asociación con Kosmos Tennis para la Copa Davis está terminada”, reveló la entidad que rige este deporte a nivel global. Luego, el mensaje deja en claro que el formato previsto para el 2023 se mantendrá tal como estaba estipulado.
Según trascendidos, este quiebre entre la ITF y Kosmos, se dio luego de que las partes no lleguen a un acuerdo en cuanto a los montos que la empresa de Gerard Piqué debía abonar. Para este 2023, la cifra ascendía a cerca de 40 millones de dólares, y aumentaría considerablemente para el año siguiente. Fue así que, pese a sentirse a gusto con el vínculo que tenían, al no acercarse en los números, la Federación retomará el control de la Copa Davis.
El paso de Kosmos por la Copa Davis
De la mano de Gerard Piqué, Kosmos arribó al mundo del tenis y lo hizo a lo grande, cuando en 2019 tomó las riendas de la organización de la Copa Davis. Su llegada se dio mediante un contrato en el que la empresa se comprometía a una multimillonaria inversión, que luego no pudo sostener con el tiempo, lo que resultó en el fin de la unión entre las partes.
Sin embargo, Kosmos dejó su sello en la competencia. El cambio de formato fue algo muy cuestionado, ya que el tradicional modo de disputa fue reemplazado por diferentes modalidades. Desde la edición con sede única en Madrid, hasta la estructura con fase de grupos en cuatro ciudades, con una quinta, Málaga, como anfitriona de la final, las críticas llovieron, aunque los ingresos aumentaron. El vínculo funcionaba, pero la imposibilidad de que se mantenga rentable para Gerard Piqué, terminó por ponerle punto final a esta incursión.